¿Tienes pensado un viaje a Bélgica y estás planeando el itinerario? ¿Quieres saber si visitar Lovaina merece la pena (la respuesta es, sí)? Deja que estas fotos de Lovaina respondan por mí.
Lovaina fue mi hogar durante 10 meses, convirtiéndose en el tercer destino de Vivir Europa. Tras esos diez meses allí tengo cientos de imágenes en la retina. Fueron incontables paseos, encuentros y jornadas buscando el sol o resguardándome de la lluvia. Puedes leer mucho más sobre ello en mi guía de Lovaina.
De entre todas las capturas que tomé, he seleccionado quince fotos de Lovaina que representan esta ciudad para mí. Estoy seguro de que, si ya has visitado la capital del Brabante Flamenco, recordarás muchos de estos lugares. Aquí las tienes.
Las casas del Grote Markt
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Aunque la Iglesia de San Pedro y el viejo Ayuntamiento de Lovaina son los edificios más populares del Grote Markt, la plaza principal de la ciudad, sus casas no tienen nada que envidiar a las de la plaza más bonita del mundo, la Grand Place de Bruselas.
Además en sus terrazas, cuando el tiempo es bueno, uno puede disfrutar de la arquitectura del lugar sin preocuparse por parecer un pasmarote ahí de pie, sin hacer nada. ¿Qué excusa te parece mejor para dedicarte a la cata de cervezas belgas?
El Viejo Ayuntamiento de Lovaina
Si solo viajas a Lovaina una vez en la vida, y solo pasas en esta ciudad una hora, el antiguo ayuntamiento de la ciudad será, sin lugar a dudas, el objetivo de esta visita.
Salvo que a lo largo de mi aventura por Europa alguna de las ciudades que vea de ahora en adelante esconda una joya que aún no he visto nunca en prensa de viajes, estamos ante el ayuntamiento más bonito del continente. Cada una de sus 236 estatuas merecería una foto. En verano, cuando todos sus mástiles izan banderas gremiales es espectacular.
Por supuesto, este ayuntamiento de estilo gótico brabantino es uno de los puntos imprescindibles de toda visita guiada a Lovaina.
La Iglesia de San Pedro, vista por detrás
La más famosa de todas las iglesias de Lovaina tiene un perfil que casi nadie fotografía, aquél que se disfruta desde Margarethaplein, cerca de las paradas de autobús, y sin embargo es el que más me gusta, quizás porque sea el más solitario y en el que más monumental luce. O tal vez porque aquí no tiene que competir con el ayuntamiento por la atención de tu cámara.
Es tan fácil como darle la vuelta al edificio y te encontrarás, hasta en los días con más visitantes en verano, con una zona mucho más tranquila. Aprovecha que, como ves en la foto, no hay casi nadie.
Las terrazas del Oude Markt
A la plaza Oude Markt de Lovaina se la conoce como la barra de bar más grande del mundo. Quizás esto puede ser una exageración, pero lo que está claro es que los casi cuarenta bares de esta plaza forman una interminable terraza que parece acaparar toda la vida de la ciudad en cuanto llega el buen tiempo.
Estando en la ciudad que la vio nacer, te diría que te tomases una Stella Artois, pero habiendo cientos de cervezas en Bélgica, mejor siéntate un buen rato y toma un par de cervezas más.
Una de las calles del Groot Begijnhof
El Gran Beguinaje de Lovaina es posiblemente su mayor atracción tras el viejo ayuntamiento. El más impactante de todos los beguinajes que vi en Bélgica es uno de los lugares que más recordaré de la ciudad. Los paseos tranquilos por este lugar en el que hoy en día vive personal de la KU Leuven te devuelven a un tiempo en el que el ruido era la excepción y no la norma. Si tienes la suerte de viajar a Lovaina para trabajar en su universidad, intenta por todos los medios posibles quedarte a vivir en uno de sus pisos. Son fantásticos.
Biblioteca Central de la KU Leuven y el Totem
Ladeuzeplein es la tercera gran plaza de Lovaina, tras Oude Markt y Grote Markt, y por delante de Martelarenplein, la plaza donde se encuentra la estación de tren de Lovaina.
El motivo principal es el exuberante edificio de la Biblioteca Central de la KU Leuven, la universidad de la ciudad, reconstruido gracias al mecenazgo de 300 entidades académicas, principalmente de Estados Unidos, tras ser destrozado durante la Primera Guerra Mundial. La curiosa estatua de un bupréstido tailandés -como los del Palacio Real de Bruselas– pinchado por una aguja que se hace llamar Totem da un toque de vanguardia al lugar.
El Castillo de Arenberg y su reflejo
Cuando uno visita Lovaina no parece necesario aventurarse a salir de la carretera que circunvala el corazón de esta ciudad, pero hacerlo significa encontrarse con muchísimas sorpresas, dos de las cuales aparecen en este artículo. El Castillo de Arenberg es sencillamente un lugar de ensueño, y si viésemos solo su reflejo en el cercano estanque podríamos pensar que estamos realmente soñando.
El cementerio de la Abadía del Parque
Lovaina tiene nada menos que cuatro abadías, dos de ellas dentro del anillo y otras dos fuera de él. La Abadía del Parque es seguramente la más bonita de las cuatro, y su cementerio tiene vistas tan espectaculares como la de esta foto. Podría también haber mostrado el estanque pegado a este lugar, pero es que fotos buenas no te faltarán aquí.
Una bicicleta en el Klein Begijnhof
Aunque el Gran Beguinaje se lleva todas las visitas, éste tiene un hermano pequeño no muy lejos del centro de la ciudad. Son a penas un par de calles, pero su blanco impoluto y de nuevo la tranquilidad que se respira merecen un paseo. Un paseo y muchísimas fotos, porque flores, bicicletas y casi cualquier objeto parece mucho más bello en este lugar.
Entrada del STUK Leuven
El STUK es el tipo de lugar que debería tener cualquier ciudad del mundo. Es un poco de todo. Una cafetería en la que caben cientos de personas, salas de cine, sala de exposiciones, aquí se hacen conciertos, actividades al aire libre en su terraza interior, hay teatro y danza. Además es el lugar en el que trabajé en Bélgica, como voluntario, durante unos meses. Uno de los mejores cafés de la ciudad y la posibilidad de quedarte horas trabajando sin que nadie te moleste ni se moleste, son la guinda en el pastel.
Estatua en el Jardín Botánico de Lovaina
Si te gusta la naturaleza no tienes más que salir de la ciudad para ver algunos bosques y lugares verdes maravillosos. Pero si eres un perezoso, un paseo por el jardín botánico más antiguo de Bélgica te limpiará los pulmones y el alma de la misma forma. Uno se siente tan bien en él que podría terminar por formar parte del paisaje como la estatua de esta foto.
Estatuas con vestidos de lana
Durante mi estancia en Lovaina muchas de las estatuas de la ciudad recibieron coloridas vestimentas por parte de Urban Stitches, un colectivo de tejedoras de Lovaina. La lana está de moda también en esta ciudad universitaria, y hay que decir que a estos obreros de la Marina de Lovaina les sientan muy bien sus jerséis de tirantes y pantalones cortos. ¿No estás de acuerdo?
El puesto de gofres del mercadillo de Brusselstraat
Viajar a Bélgica y no tomar gofres es una imposibilidad. Está claro que al menos alguna vez tendrás que hacer el turista y comerte uno de estos dulces cargado de Nutella, fruta y nata montada; pero cuando tu lado más salvaje sea saciado deberías probar los gofres como hay que tomarlos, recién hechos y sin nada más (si son gofres de Lieja) o con azúcar glass (si son de Bruselas). El puesto de gofres del mercadillo que hay dos días a la semana en Brusselstraat es mi favorito en el mundo. ¡Y tan barato!
El edificio más alto en Sint-Maartensdal
Desde el primer momento que pases en Lovaina te preguntarás qué narices es ése edificio que puedes ver casi en cualquier rincón, a pesar de que la ciudad no es tan llana como aparenta ser. Una propuesta arquitectónica tan atrevida que parece sacada de Róterdam, Sint-Maartensdal está un poco fuera de lugar en una ciudad como Lovaina, y aún así me encanta.
Estación de tren de Lovaina
Con casi total seguridad, de entre todas las fotos de Lovaina, ésta será tu primera imagen de la ciudad -aunque no fue la mía- y la última -allí me despedí de mi tercer destino-. La renovada estación de tren de Lovaina es preciosa por fuera, pero me quedo con su interior y con los arcos que la cubren y decoran a partes iguales. Teniendo un sistema de trenes que conecta tan bien todas las ciudades importantes del país, si vives aquí, la pisarás muy a menudo.
Estas son las quince fotos que representan para mí Lovaina, mi vida en Lovaina y todo lo que esta ciudad me dio durante diez meses. Yo no la olvidaré nunca, ¿podrías tú olvidarla?
Si quieres visitar Lovaina pero tu tiempo en Bélgica es limitado, considera apuntarte a una excursión desde Bruselas de solo unas horas. La tienes en español a través de este enlace. También puedes combinar Lovaina y Malinas con esta excursión.