Lovaina

Groot Begijnhof de Lovaina, la mejor residencia

Publicado: enero 8, 2014 Actualizado: mayo 18, 2024 4645 views
Groot Begijnhof de Lovaina, Bruselas. Groot Begijnhof de Lovaina, Bruselas.

Cuando llegué a Bélgica ni tan siquiera tenía idea de lo que era un beguinaje, un begijnhof en holandés, ahora estoy completamente enamorado de ellos y los busco cual cazarecompensas siempre que voy a una nueva ciudad belga. Pero este amor empezó en Lovaina, y en uno de sus dos beguinajes, el Groot Begijnhof.

Allá por el siglo XIII, ser una mujer sin esposo -y el término mujer en aquél entonces seguramente comprendía a las niñas de 13 años- estaba muy mal visto. Daba igual si eras soltera porque tu matrimonio no se había podido arreglar, fuera cual fuera el motivo, o si la vida te había convertido en una viuda más o menos prematura. Las mujeres debían tener un hombre al lado, aunque ese hombre fuese Jesucristo.

Groot Begijnhof de Lovaina

El problema de casarse con Dios era que este matrimonio, también permanente, exigía un voto de pobreza en el que todos tus bienes pasarían a ser de la iglesia y tu vida giraría en torno a una celda en un convento.

Groot Begijnhof de Lovaina

Para poner solución al problema de la soledad sin tener que dejar atrás pertenencias y pretensiones, surgió en el siglo XII en los Países Bajos un movimiento de mujeres que fueron llamadas beguinas. Las beguinas, que a grandes rasgos tenían tareas, e incluso atuendo, similares a los de las monjas, tenían la ventaja de que podían mantener aquello que habían obtenido en la parte de su vida no dedicada al señor.

Groot Begijnhof de Lovaina

Así, pronto se construirían los primeros beguinajes, que en algunos lugares puedes encontrar traducidos como beateríos. Se trataba de pequeños barrios, normalmente a las afueras de las ciudades, en los que las beguinas hacían su vida separados de la sucia realidad de la ciudad y de los juicios de los habitantes hacia su situación de soledad.

Groot Begijnhof de Lovaina

En Lovaina se construyeron dos beguinajes distintos. Uno pequeño (Klein Begijnhof) y nuestro protagonista, el grande, el Groot Begijnhof. El segundo en ser construido tras el beguinaje de Brujas, el Groot Begijnhof de Lovaina fue situado al suroeste de la ciudad, dentro de lo que ahora es la circunvalación que separa Lovaina propiamente dicha de los municipios anexos a su área metropolitana.

Groot Begijnhof de Lovaina

Era un lugar tranquilo, de hecho lo sigue siendo, y en él hicieron las beguinas toda su vida hasta que las guerras religiosas del centro de Europa fueron acabando con su condición. Pronto estas calles construidas junto al río Dijle fueron ocupadas por ancianos y enfermos y con la llegada del siglo XX su estado era deplorable.

Groot Begijnhof de Lovaina

El ayuntamiento de Lovaina puso a la venta el recinto a finales del siglo XX y afortunadamente éste fue adquirido por la KU Leuven. La universidad dispuso un magnífico plan de restauración que devolvió todo el esplendor de antaño al Groot Begijhof con las comodidades del siglo XXI. Hoy en día los más afortunados entre los estudiantes, investigadores y profesores de la universidad, tanto residentes como visitantes, habitan en alguna de estas tranquilas casas.

Groot Begijnhof de Lovaina

Así han conseguido demostrar que reutilizar un lugar protegido no tiene que suponer el declive del mismo, que personas y Patrimonio pueden convivir en el día a día. Todo el beguinaje se encuentra en un estado impecable. No hay suciedad, y la tranquilidad de sus calles casi asusta, por mucho que sea uno de los sitios más visitados de Lovaina.

Groot Begijnhof de Lovaina

El rojizo ladrillo de las casas, la maleza que crece por todos los rincones y los pequeños detalles que los inquilinos han sabido depositar con muy buen gusto en ventanas y puertas de sus hogares hacen del Groot Begijnhof una combinación deliciosa de descubrimiento y paz, forzándome sin demasiado esfuerzo a visitarlo cada vez que paso por delante de su arco de entrada.

Groot Begijnhof de Lovaina

No queda ninguna beguina ya viva, pero desde aquí quiero darles las gracias por haber hecho posibles lugares tan excepcionales como el Groot Begijhof de Lovaina, el barrio en el que siempre quise vivir.

Víctor M. Martínez Valero
Estratega de contenidos y consultor SEO, llevo desde 2010 escribiendo sobre viajes en Vivir Europa, mi proyecto de vida. He vivido en Noruega, Hungría, Reino Unido, Bélgica y, desde 2015, Estonia y trato de ofrecer una visión única y detallada de la riqueza cultural europea. Si quieres saber más sobre mí, puedes leerlo en "Acerca de".

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