Incluso a los visitantes de los países bálticos que me encuentro cada día en el hostal que regento en Tallin les cuesta mentar alguna ciudad de esta región más allá de la tríada Vilna-Riga-Tallin. El viaje estándar por aquí consta de siete días repartidos entre las tres ciudades mencionadas y, quizás, Helsinki. Pero en verano, los viajeros más dedicados aprovechan el tiempo extra, haciendo aparecer en Estonia una etapa entre las visitas a Riga y Tallin: Pärnu. Así que hoy hablaré de mis viajes a Pärnu, y de por qué creo que, incluso si no hace calor, esta ciudad costera debería estar en tus planes.
Dónde está Pärnu
Pärnu, que compite con Narva por ser la tercera ciudad más poblada de Estonia, está situada en el golfo de Riga, al sureste del país. Se encuentra a mitad de camino entre Riga y Tallin, en una línea prácticamente recta que une las tres ciudades de norte a sur.
Esto hace que sea la segunda ciudad mejor conectada de Estonia tras Tallin. Visitarla es sencillo y económico, con muchos autobuses circulando cada día. Hasta diciembre de 2018 también se podía visitar Pärnu en tren desde Tallin (así hice yo mi primera visita), pero esto no es posible ya.
Cómo llegar a Pärnu
Desde que en diciembre de 2018 se interrumpió el servicio de trenes entre Tallin y Pärnu, el autobús (que ya era la mejor forma de conectar ambas ciudades) se ha convertido en el único medio de transporte público que conecta tanto la capital de Estonia como Riga con la ciudad.
Afortunadamente los servicios de autobús son frecuentes, cómodos y económicos, con precios que pueden llegar a bajar de los 10.00€ por trayecto.
Breve historia de Pärnu
Pärnu es la playa de Estonia. No lo digo yo, me lo dicen los locales, especialmente cuando se me ocurre ir a esta ciudad fuera de temporada: «¿Para qué vas a ir ahora, si hace frío?» Y su fama es internacional (al menos a unos 500 kilómetros a la redonda), pues ya en el siglo XIX Pärnu era una ciudad balneario, orientada al recreo y la mejora de la salud de las personas más pudientes del noroeste del Imperio Ruso y países vecinos.
Seguramente cuando el obispo de Osel-Wiek fundó a mediados del siglo XIII la ciudad de Perona, no pensó en esto, pero Pärnu se encuentra en un lugar perfecto, junto al mar, y hasta cierto punto equidistante de Riga (182 km) y Tallin (128 km). Creo, de hecho, que no hay autobús que una las capitales de Estonia y Letonia que no pare aquí. Y, si aún no lo sabes, te digo ahora que el autobús es la mejor forma de viajar entre las dos capitales.
Pärnu se unió a la liga Hanseática en 1346, creciendo así como ciudad comercial, pero la Pärnu de hoy en día apareció en el siglo XIX. Estaban de moda los balnearios en toda Europa, ciudades como Bournemouth aparecían en el mapa para gracias a sus hoteles y aguas termales destinadas a curar el reúma y otras enfermedades de las clases altas de todo el continente. Y Pärnu se apuntó a la moda. Entrado el siglo XX, la ciudad ganó en popularidad con la fundación del club de yates -1906- que aún sigue activo.
Además de por motivos de ocio, Pärnu es también una ciudad de relevancia en la historia reciente de la nación de Estonia. Fue aquí donde se declaró por primera vez la independencia de Estonia, un día antes de hacerse en Tallin, el 23 de febrero de 1918, en el balcón del antiguo teatro Endla. Konstantin Päts, presidente de Estonia antes de la Segunda Guerra Mundial, estudió en esta ciudad.
La playa de Pärnu
Si decía que Pärnu es mucho más que una playa en Estonia, no era para desmerecer a su costa pues, después de recorrer prácticamente la totalidad de la zona costera del país, no tengo duda de que la playa de Pärnu no encuentra rival en ninguna otra ciudad del país. Recuerda, por su arena y la longitud y anchura de la misma, a una buena playa mediterránea (aunque en un día fresco).
La ciudad fuera de temporada
Visitar Pärnu en invierno, con la última nevada aún cubriendo sus calles, es una experiencia muy distinta. Se trata casi de un retiro, en el que tus pensamientos y tu productividad no encuentran indeseados compañeros.
El centro histórico de Pärnu
El foco hacia el mar de Pärnu no implica que su centro carezca de interés. Dividido por la principalmente peatonal calle Rüütli, de un tamaño muy asequible y variado en cuanto a arquitectura, tiene todas aquellas atracciones de la ciudad que carecen de vistas al mar. La Torre Roja, que me costó bastante encontrar, mapa incluido, es el único resto de la fortificación del siglo XV que rodeaba Pärnu. La Puerta de Tallin, ejemplo de arquitectura del siglo XVII, daba entrada a los visitantes que provenían de la capital, justo donde antes se encontraban los bastiones de la ciudad.
Qué hacer en Pärnu
El verano en Pärnu llama también a la música, con dos eventos que destacan por encima del resto y que perfectamente podrían ocupar dos fines de semana -muy diversos- de un verano báltico: el Festival de Música de Pärnu, orientado a la música clásica, y el antiguo Weekend Festival Baltic, con algunos de los mejores DJs del mundo.
Visitar Pärnu es tan sencillo como llegar a su estación de autobuses en la calle Ringi -mucho mejor situada que la de tren-, y desde allí dedicarse a zigzaguear perdido en las calles de su centro histórico hasta llegar a la Puerta de Tallin y el bastión de Vallikäär. Desde allí moverse en dirección al mar y su playa para, quizás, ver una puesta de sol sobre el mar báltico.