A una ciudad como Madrid no le faltan atractivos. Tiene estatuas, edificios, parques o avenidas suficientes para copar una lista de imprescindibles tan larga como el autor de la misma crea conveniente. Pero creo no equivocarme cuando digo que entre los madrileños, pocos lugares son tan especiales y queridos como el Palacio de Comunicaciones, Palacio Cibeles, CentroCentro, o cualquiera que sea su denominación actual.
Durante un tiempo ayuntamiento de la ciudad, el Palacio de Comunicaciones ha sido y es la oficina principal de Correos, una de las construcciones más bellas de Madrid y ha evolucionado con los años, siendo reutilizada y quizás más cercana que nunca para el madrileño de a pie.
Fue construido entre 1907 y 1919 como uno de los edificios más representativos de la arquitectura modernista en la capital de España, aunque con unas notas muy personales gracias al trabajo de los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, que prepararon un espacio multiusos que costó doce millones de pesetas.
Su primera restauración fue realizada bastante después, en 1996, y en el siglo XXI el Palacio de Comunicaciones cambiaba su nombre por el de Palacio Cibeles a la vez que se convertía en sede del Ayuntamiento de Madrid, un cargo que ostenta todavía.
El Palacio de Comunicaciones se construyó con piedra blanca de Novelda, y de él destacan las dos torres a ambos lados de la fachada y, por supuesto, el torreón central de setenta metros de altura con su reloj eléctrico. En su interior, el vestíbulo es una gigantesca sala en forma de T con muchísima luz natural.
CentroCentro Cibeles de Cultura y Ciudadanía
Aunque, como decía, el Palacio de Comunicaciones, situado frente a la famosa fuente de Cibeles, es un edificio muy popular entre los locales, no fue hasta 2011 que comenzó a formar parte activa de la vida cultural de la ciudad con la apertura al público de lo que se ha venido a llamar CentroCentro Cibeles de Cultura y Ciudadanía.
En él se combina tanto el arte y la cultura mediante exposiciones, habiéndose convertido ya en referencia de una ciudad con tanto que ofrecer en estos ámbitos como Madrid, con unos espacios dedicados al trabajo tanto individual como en grupo, con zonas de lectura y área de acceso a Internet mediante WIFI. También hay un auditorio con un aforo ligeramente superior a las trescientas personas.
Quizás lo que más disfruté de mi visita al CentroCentro fue su torreón central, o mejor dicho las vistas a Madrid desde su mirador. Su visita se puede realizar cada 30 minutos aproximadamente -aunque se encuentra cerrado temporalmente por obras en el momento en que escribo estas líneas- de martes a domingo en horario de 10:30 a 13:30 y de 16:00 a 19:00 por un precio de 2.00€ por adulto y 0.50€ para menores de 12 años. El primer miércoles del mes es gratis, ¡tenlo en cuenta!
Restaurante y Cafetería del Palacio de Comunicaciones
El Palacio de Comunicaciones, bueno, su nombre oficial ahora es Palacio de Cibeles, cuenta con un restaurante y una cafetería de Adolfo Muñoz, un famoso chef toledano. La cafetería, llamada Colección Cibeles, tapas, vinos y restaurante, se trata de una cafetería en el sentido europeo de la palabra, donde ésta implica más un restaurante informal que una cafetería. Aunque tampoco es un lugar informal, ni por sus precios ni por su estilo.
En la última planta se encuentra el Restaurante Palacio de Cibeles, que cuenta con un par de menús de degustación, uno de ellos sólo para el almuerzo, de 49.50€ y 38.50€ respectivamente.
Historia reciente de la ciudad de Madrid que ha dejado de ser inaccesible para visitantes y locales, el Palacio de Cibeles, o Palacio de Comunicaciones, con su espacio CentroCentro, serán una visita esencial de tu viaje a Madrid.