Conocer la historia de Estonia debería estar en tu lista de tareas pendientes si vas a viajar a Tallin, pero esto no quiere decir que tengas que morirte del aburrimiento leyendo libros cargados de fechas o visitando anodinas exhibiciones creadas por gente demasiado especializada en la temática expuesta como para pensar en los pobres inexpertos que la visitan. En el Museo del Puerto de Hidroaviones de Tallin, Lennusadam en estonio, lo pasarás genial aprendiendo.
En este artículo
Cuando llegué a Tallin, un 30 de enero de 2015, tenía la firme idea de dedicar más tiempo que en anteriores destinos de Vivir Europa a explorar sus museos y salas de exposiciones. Había dos lugares que generaban en mí especial interés: el KUMU, museo de arte contemporáneo y moderno; y el Lennusadam, el Museo del Puerto de Hidroaviones de Tallin. Por cierto, qué corto es el nombre en estonio, ¿verdad? Pronto tendría la suerte de visita ambos, y he vuelto a ellos siempre que he podido porque me fascinaron, y su contenido no es de consumo rápido.
Mi primera experiencia en el Lennusadam fue gracias a la invitación de Ann Virkus, entonces encargada de mercadotecnia del museo. Ella facilitó que Hermann, uno de los guías, me acompañara. Tener un guía privado enriqueció, sin duda, la visita. Hasta el punto de recomendarte, ya mismo, pagar 45€ extra por una visita guiada al museo de 45 minutos. El precio es por grupo, lo cual resulta asequible si viajas en compañía.
Llegada al Lennusadam, museo del Puerto de Hidroaviones
Aunque oficialmente es parte del Museo Marítimo de Tallin, con sede en la torre Gruesa Margarita del centro histórico, el Lennusadam se encuentra junto a la costa de la ciudad, en el barrio de Kalamaja, siguiendo lo que en su día fue el kilómetro de la cultura y hoy es un paseo muy agradable cuando el clima está de nuestra parte.
Casi pegado a la Prisión de Patarei, en Vesilennuki 6, se alza este inmenso hangar de hidroaviones convertido en el museo más visitado de Estonia. Como decía, llegar allí caminando es una buena opción, pues el museo está a sólo unos 15 minutos del muro de Tallin en su zona norte.
Pero, como me gusta ser realista, en ocasiones el viento y el frío pueden hacer de esta caminata una odisea, así que ten en cuenta que también se puede llegar allí con el autobús número 73 o con un taxi.
El hangar del Puerto de Hidroaviones de Tallin (Lennusadam)
Una vez frente al Lennusadam, es inevitable sentirse impactado por la grandeza de este hangar, construido en 1916 como parte de la Fortaleza Marítima de Pedro el Grande. Bajo este nombre se encontraba un plan ordenado por el zar Nicolás II (Pedro el Grande había fallecido casi dos siglos antes) para proteger San Petersburgo, llamada entonces Petrogrado, y capital del Imperio Ruso.
El hangar sería el primer edificio de cemento reforzado con una cúpula de grandes dimensiones en todo el mundo. Y pronto su objetivo original quedaría obsoleto, pues apenas un año después comenzaría la Revolución Rusa y Estonia declararía su primera independencia en 1918.
Tendría que pasar un siglo para que, ante la necesidad del Museo Marítimo de Tallin de ampliarse, el Museo del Puerto de Hidroaviones diese un nuevo uso a este lugar. Aunque la Gruesa Margarita es una de las mayores torres de la antigua muralla de Tallin, resultaba imposible contener en ella un rompehielos o un submarino.
Así, en 2010, se trasladarían algunas de las embarcaciones del museo a las inmediaciones del hangar mientras éste era renovado. El 11 de mayo de 2012 el Museo del Puerto de Hidroaviones era por fin abierto.
Lennusadam, museo del Puerto de Hidroaviones de Tallin
El museo propiamente dicho se divide en dos áreas de exhibiciones. El interior aprovecha los 6500 metros cuadrados del hangar, mientras que el exterior es en realidad un muelle en el que todavía atracan, como listas para volver al mar, muchas de las embarcaciones del museo.
Dentro del hangar del Puerto de Hidroaviones
Cuando te adentras en el hangar en el que se encuentra el museo y dejas atrás la zona de acceso y compra de billetes para llegar a las exhibiciones destaca rápidamente la cúpula bajo la que todo se encuentra. No hay columnas que sostengan este mastodóntico techo, tan solo las leyes de la física impiden que se hunda, sepultando todo lo que hay en su interior. ¡Viva la física!
Si cambias ahora la dirección en que observas para centrarte en el suelo, verás que éste trata de recrear las ondulaciones del mar, haciéndonos creer que estamos sobre agua, pues al fin y al cabo, éste es un museo marítimo. Dos elementos son los que quiero destacar de esta colección de minas, armas pesadas y embarcaciones.
El primero, quizás la mayor atracción del museo, es el submarino Lembit. Construido en el Reino Unido para la Estonia independiente de 1936 terminó por servir a la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Sin duda los británicos hicieron un buen trabajo de ingeniería, pues cuando en 2011 dejó por fin las aguas para ser retirado, era el submarino más antiguo todavía en funcionamiento.
También es especial la única copia a tamaño real del hidroavión Short Type 184, que fue el primer avión en lanzar un torpedo desde el aire para atacar al enemigo. ¿Por qué es una copia a tamaño real tan especial? Porque ningún hidroavión original se ha conservado hasta la fecha, lamentablemente.
Exhibiciones temporales del museo Lennusadam
Si algo he aprendido con el tiempo, a base de visitar museos de todo el mundo, es que la diferencia entre un buen museo y uno excepcional suele estar en su capacidad de añadir a sus colecciones permanentes exhibiciones temporales de relevancia y calidad. Y esto es algo que el Lennusadam hace muy bien.
Entre el 29 de agosto de 2015 y el 3 de abril de 2016, y por tanto durante mi primera visita, la exhibición Race to the End of the Earth (Carrera al final de la tierra) contaba de forma magistral la historia de la conquista del Polo Sur a principios del siglo XX por parte de dos expediciones rivales, la noruega de Roald Amundsen y la británica de Robert Falcon Scott. Escribí para World Wide Travellers (en inglés) al respecto de lo que aprendí con esta exposición.
La exhibición temporal del museo en la actualidad (del 22 de agosto de 2019 al 30 de junio de 2020 se llama “1944 – The Great Escape to the West”, y nos habla de la gran emigración que Estonia sufrió al terminar la Segunda Guerra Mundial con la consecuente reocupación soviética del país.
Tienda y Restaurante del museo
La parte interior del museo se completa con una tienda de temática marítima bastante entretenida y en la que comprar tanto clásicos souvenirs como productos más educativos, y con el café restaurante MARU. Desde el mismo uno puede ver toda la exhibición interior y en el verano se abre también una terraza al aire libre. Por supuesto su menú está influido por el mar y en concreto por las tradiciones costeras del norte de Europa y Estonia en concreto.
El muelle del Museo del Puerto de Hidroaviones
A pesar del alto contenido en material cultural expuesto de una forma entretenida e incluso a pesar de tener las exhibiciones temporales y, entre otros el submarino Lembit, no es el interior del Lennusadam lo que más me fascina, sino su exterior. Me fascina porque el muelle funciona de la misma forma que lo haría si sus embarcaciones no estuviesen relacionadas con un museo, o al menos eso parece a los ojos de alguien que, habiendo paseado muchas veces por un puerto, no deja de ser un ignorante en estos temas.
Hay personas en los barcos, encargándose de su mantenimiento como si estuviesen preparándolos para una próxima aventura en alta mar. Incluso las condiciones y el personal que uno se encuentra al entrar al rompehielos Suur Tõll, que tiene más de 100 años de edad, te invitan a imaginar expediciones árticas en las que inevitablemente participarás, al encontrarte en el lugar adecuado en el momento más oportuno.
Por supuesto esta fantasía no se hará realidad, así que siempre podrás continuar tu paseo entre muelles para ver barcos como el P-401-“Grif”, que fue el primer barco de combate de la Estonia independiente tras su pertenencia en la Unión Soviética.
Datos de contacto del Museo del Puerto de Hidroaviones, Lennusadam
En el siguiente cuadro tienes la información más relevante sobre elMuseo del Puerto de Hidroaviones, Lennusadam, para que prepares tu visita. Recuerda que tienes entrada gratuita al museo con la tarjeta turística de Tallin, Tallin Card, que puedes solicitar a través de este enlace.
- Museo del Puerto de Hidroaviones, Lennusadam
- Vesilennuki 6, 10415 Tallinn
- Octubre a abril: Martes a Domingo de 10:00 a 18:00.
Mayo a septiembre: Todos los días de 10:00 a 19:00.
El 1 y 6 de enero, 24 de febrero, 19 y 24 de abril, 1 de mayo, 9, 23 y 24 de junio, 20 de agosto y 25, 26, 30 y 31 de diciembre de 10:00 a 17:00.
Cerrado el 23 y 24 de diciembre. - Entrada completa (incluido exhibiciones temporales): 15.00€/adulto; 8.00€/niño y estudiante; 30.00€ familia (2 adultos e hijos menores de 18).
Barcos del museo, «Suur Tõll» & «Valvas»: 6.00€/adulto; 3.00€ niño y estudiante; 12.00€ familia.
Pase anual: 50.00€/adulto; 25.00€ niño y estudiante; 75.00€/familia.
Gratis con la Tallinn Card disponible en este enlace. - Página web oficial
El Museo del Puerto de Hidroaviones de Tallin es el más visitado de Estonia, y las masas no se equivocan. La exhibición está en estonio, ruso e inglés, y combina diversión, cultura e historia perfectamente.
El lema del Lennusadam es “Un mar de emociones” y, sin que sirva de precedencia, hoy te recomiendo sumergirte en el mar sin preparación alguna, aventúrate en la historia marítima de este pequeño país.