¿Quieres una dosis de naturaleza en tu viaje a Estonia? ¿Buscas algo que hacer fuera de la capital, Tallin, pero no tienes claro qué podría complementar tu visita? Déjame que te presente la otra Estonia, la Estonia rural, y su exponente más destacado, el Parque Nacional de Lahemaa.
Tallin, la capital de Estonia, una firme candidata al título de ciudad más bonita del noreste de Europa es todo lo que muchos saben de este país antes de visitarlo. A mí también me pasó. El problema es que suele ser todo lo que la mayoría sabe después de visitarlo. Y esto no es justo. No es justo para el visitante ni para el estonio, pues estamos de manera indirecta despreciando lo más preciado para una persona nacida junto al Mar Báltico: la naturaleza.
Un primer contacto con la naturaleza y la vida fuera de la capital de Estonia es necesario incluso durante una primera visita al país y ningún lugar es mejor para esto que el Parque Nacional de Lahemaa. Visitar Lahemaa es combinar historia, naturaleza, vida rural, ocio, gastronomía, y en esencial todo lo que esperas de un viaje más algunas cosas que una ciudad no puede darte.
¿Dónde está el Parque Nacional de Lahemaa?
El Parque Nacional de Lahemaa se encuentra muy cerca de Tallin, más cerca que ninguno de los otros cuatro parques nacionales del país. En menos de 50 kilómetros en dirección este por la E20, lo más parecido a una autopista que hay en todo el país, te encontrarás en el límite oeste del Parque Nacional de Lahemaa. Esto hace muy sencillo que, tanto si alquilas un coche, como si te decides por hacer una visita guiada de un día, puedes combinar este lugar con tu estancia en Tallin sin tener que cambiar alojamiento -aunque Lahemaa tiene algunos hoteles en lugares idílicos.
Origen del Parque Nacional de Lahemaa
El valor de la naturaleza en este lugar es más fácil de comprender si tenemos en cuenta que Lahemaa fue denominado parque nacional en 1971, cuando Estonia era aún una de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. De hecho, el Parque Nacional de Lahemaa fue el primero de los parques nacionales de toda la Unión Soviética.
Su nombre puede resultar algo extraño si no entendemos estonio, pero viendo el mapa de la zona que he publicado más arriba uno podría hasta intuirlo. De todas formas te lo diré. Laht es la palabra estonia para bahía, mientras que maa significa tierra en estonio. Lahemaa es la tierra de las bahías. Como decía, viendo el mapa uno se da cuenta de que esta región tiene cuatro grandes bahías, que separan las penínsulas, pero además hay varias bahías menores.
La vida en el Parque Nacional de Lahemaa
Aunque Lahemaa sea un parque, no esperes sencillamente encontrarte aquí bosques y bahías, lagos y rocas gigantescas que llegaron aquí desde el norte de Noruega durante la edad de hielo. También hay un montón de pueblos, algunos de los cuales con bastante vida durante todo el año, otros más enfocados al turismo rural de los estonios durante los meses de verano.
Hay pocas naciones que aprecien más la naturaleza que los Países Bálticos, así que todo estonio tiene, o quiere tener, una casa en el campo en la que pasar todo su tiempo libre en una vida no necesariamente contemplativa, sino que le acerca más a sus raíces, a ese contacto permanente con la naturaleza de un pueblo que, quizás por ser el menos religioso del mundo, se inclina más hacia el paganismo de venerar árboles, plantas o incluso estas rocas noruegas.
Espera, viajando por el Parque Nacional de Lahemaa, encontrarte con que los mismos edificios que veras en el camino te cuentan prácticamente la totalidad de la historia de Estonia como país. Hay casas solariegas de los alemanes bálticos que controlaron toda esta región durante siglos, algunas perfectamente conservadas, otras en ruinas. Hay cabañas de madera de pescadores que ya utilizaban en su día aquellos que vivían del contrabando con otros países del Golfo de Finlandia. Horribles edificios de cemento de tres o cuatro pisos en los que vivían los muchísimos trabajadores que se desplazaron aquí durante tiempos de la Unión Soviética para trabajar en las granjas colectivas. Y, por supuesto, todo tipo de coquetas casas, con un área de terreno adjunto, en las que los estonios veranean.
Qué hacer en el Parque Nacional de Lahemaa
Enumerar las atracciones del Parque Nacional de Lahemaa es una tarea que dejaré para un futuro artículo de Vivir Europa, que por supuesto enlazaré a éste en cuanto esté escrito, pero sí quiero orientarte al respecto de qué puedes esperar, además de exponerte a esta muestra arquitectónica de la que acabo de hablar.
En Lahemaa podrás realizar largas caminatas entre frondosos bosques y uno de los elementos más característicos de la región: las turberas de musgos. Éstas son humedales en los que se acumula materia orgánica en forma de turba, siendo musgos la materia orgánica en este caso. Así, lo que a nuestros ojos parece sencillamente una pradera con musgos en lugar de césped, se trata de superficies inestables donde no hay tierra firme en metros de profundidad, lo que hace que se construyan caminos de madera para evitar que nadie sea tragado por la tierra de la forma más literal posible.
También podrás bañarte, si eres lo suficientemente valiente como para aguantar las bajas temperaturas del agua, en el Mar Báltico, disfrutando del hecho de que apenas hay olas en las bahías de Lahemaa. Algunas de las playas de la zona son de fina arena en lugar de grava.
Probar la comida estonia más tradicional en tabernas o restaurantes de todo tipo. Desde mesas de madera en tabernas abiertas hace siglos hasta algunos de los mejores restaurantes del país abiertos en antiguas casas solariegas con los mejores productos locales que el corto pero rico verano estonio ofrece.
Celebrar la noche de San Juan junto a una de las miles de hogueras que se hacen a lo largo del país en el día más largo del año. Esta tradición, que aquí se conoce más por la celebración pagana que por el santo, es uno de los momentos más especiales para los estonios, junto a sus dos celebraciones de la independencia del país, así que si tienes la suerte de que un local te invita a pasar San Juan con su gente, ¡no digas que no!
El Parque Nacional de Lahemaa te ofrecerá la otra Estonia, aquella que Tallin no puede mostrarte. Una estonia de naturaleza, de agua, de vida animal. Una Estonia que ha soportado las inclemencias de los inviernos aquí con la esperanza de vibrar con la llegada de una nueva primavera. Una Estonia que es más estonia para los locales que cualquier ciudad. No te quedes, como tantos otros, atrapado por Tallin y explora el Parque Nacional de Lahemaa.
Si necesitas más información, tengo un artículo más donde te explico qué hacer en Lahemaa.