Uno merece un capricho de vez en cuando. La vida es demasiado corta para tomar una cerveza mala. O para tomar un café malo. Así que vamos a desayunar en la cafetería con más clase de Budapest. El New York Cafe, la cafetería más bella del mundo.
El New York Cafe es la cafetería del actual Anantara New York Palace Budapest, pero es tan famosa que mucha gente lo olvida. Se sitúa en un edificio construido en 1895 por una compañía de seguros cuyo nombre heredó el café.
Como otras muchas cafeterías de la ciudad de las que os espero hablar más adelante, como el Sirály o el Centrál Kavézó, el momento de mayor popularidad del New York Cafe llegó en el periodo entre guerras en el que Budapest era posiblemente el centro cultural más importante de toda la Europa central.
Y también de idéntica manera, durante el comunismo cayó en el ostracismo absoluto en el que se vio envuelto todo el país, degradándose hasta el punto de que tuvo que ser cerrada durante un tiempo para darle el esplendor original.
Pero renovado y resurgido, el New York Cafe, que sin duda es, todo sea dicho, el lugar más caro del país en el que tomar un café, tiene una decoración propia de un palacio real más que de una cafetería, y ese es su gran encanto.
El color dorado predomina en las columnas y los techos, decorados con frescos fantásticos. Un ambiente perfecto para deslumbrar a tu acompañante. Si alguna vez una cafetería mereció una ocasión especial, es ésta.
El servicio es cortés y por supuesto habla inglés. La comida es excepcional, o por lo menos así lo son los dulces y bebidas. Mi recomendación tanto para un desayuno como para una merienda de reyes es acompañar una selección de tartas húngaras (fantástico plato para dos personas) con un par de chocolates con nata.
La selección de tartas tiene un precio de 1790 HUF (6.11€) y cada chocolate con nata cuesta 1590 HUF (5.43€). Precios altos, especialmente para Hungría, pero mis fotos no engañan, ¡merece la pena!
De hecho posiblemente el chocolate sea de los mejores chocolates calientes que he tomado en mi vida. Eso sí, si pides una botella de agua ten en cuenta que costará 1900 HUF por un 1.5 litros. Esto son unos 7€ al cambio, una locura.
Pero ya decía que hay que darse caprichos, y el mejor lugar de todos para hacerlo en Hungría con algo dulce es este New York Cafe en el que sentirse parte de la antigua nobleza húngara o de los grandes pensadores de principios del siglo XX sin tener que vivir en Budapest.
Qué buena pinta tiene todo y el sitio es de esos que recuerdan a las pelis clásicas sobre el Imperio Austrohúngaro 😉
Ni más ni menos Pau… me entraban ganas de llevar monóculo al tomar el chocolate.
¡Gracias por comentar!
Me encanta lo que nos cuentas del café New York.Nosotros estuvimos y es cierto lo que dices,un capricho para recorar siempre.
Un saludo.
¡Muchísimas gracias por el comentario M_tiempo! Así es, el recuerdo compensa el precio.
Correcto. Todo lo que dice es muy correcto. Felicitaciones.
Solo una cosa, durante el «comunismo» no cayó en el ostracismo absoluto, de hecho Hungría fue uno de los países más abiertos al mundo. Hubo restricciones, es verdad, pero el café siguió funcionando a pesar de las dificultades económicos y el bloqueo tecnólogico que implicaba la Guerra Fría.
Muchísimas gracias por el comentario tan completo Rego43. Curiosamente me habían comentado lo contrario, muchas gracias por la aclaración.
¡Un saludo!
Una delicia para la vista y el paladar
Se puede decir más alto pero no más claro Teurreana 🙂
Yo hace muy poquito de estuve, y hace muy poco que tambien hablé de ello. La verdad que el sitio es una cucada, y para repetir.
¡Muchísimas gracias por tu comentario María! Yo tuve la suerte de ir varias veces mientras viví en Hungría y disfruté un montón.
¡Un saludo!
Increible, precioso y genial…!! Es una pena que en Barcelona se hayan perdido establecimientos así. Como el Cafe Torino_1902-1911_Passeig de Gracia-Gran Via de les Corts Catalanes donde actualmente está la Joyería Roca.
Qué pasada de foto, sí que es una pena. Algo que me he encontrado mucho es que España en lo que a edificios antiguos (que no monumentos) se refiere, no conserva casi nada.
Increíble, parece que más que una cafetería estés en una ópera, ¡cuanto lujo! 🙂 Y la verdad es que aunque es un poco caro si dices que era uno de los mejores chocolates del mundo… pues habrá que probar!!! Ya le tengo ganas a Hungría. 🙂
Un saludo,
Sonia.
Pruébalo, de verdad que no te arrepentirás. Para Hungría es carísimo, pero volvería sin pensármelo dos veces 😉
¡Un saludo!
Es el mejor café en el que he estado. Para los húngaros puede ser caro, pero para un europeo de clase media es barato, incluso tirado de precio si lo comparas con una cafetería de Roma o Paris; pero pasar por Budapest y no entrar es un «sacrilegio»
¡Muchas gracias por el comentario! Efectivamente comparado con una cafetería de París o Roma es un chollo.