Victoria Warehouse Hotel, el Manchester más auténtico

Este artículo pertenece a la guía de Manchester de Vivir Europa.

Si, como te comenté en el primer artículo de esta guía, Manchester es la ciudad de los almacenes, de los grandes edificios construidos durante la Revolución Industrial con el único objetivo de almacenar mercancías; no es de extrañar mi alegría cuando Hostelbookers me comunicó que durante mi última estancia en Manchester me alojaría en el Victoria Warehouse Hotel que, como la traducción de su propio nombre indica, es un hotel construido en lo que antaño fue un almacén.

Puede ser que alojarse en un antiguo almacén inglés no sea tan lujoso y exquisito como pernoctar en un château de la campiña francesa o tan misterioso y fantasioso como dormir en un castillo escocés. Pero en autenticidad los tres están bastante a la par, pues no hay nada que pueda compararse a alojarse en este lugar en toda la ciudad de Manchester.

No sé quién tuvo la genial idea de convertir los dos almacenes de la Liverpool Warehousing Co Ltd, creados en 1925 y 1932 en un sala de conciertos, la mayor de toda la ciudad y en la que tuve la suerte de ver pinchar a dos de mis DJs favoritos, y el Victoria Warehouse Hotel respectivamente, pero desde aquí le doy las gracias. Se las doy porque estos almacenes de Trafford Park -el que fue posiblemente el primer parque industrial de la historia- son sencillamente un ejemplo más la fantástica tarea de reurbanización que Manchester ha sufrido en los últimos 20 años.

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Abierto hace solo un par de años, el Victoria Warehouse Hotel tiene como única pega que se encuentra apartado del centro de la ciudad, no tanto como para que sea inabarcable, ni mucho menos. Aunque está perfectamente comunicado gracias al tranvía, que para a escasos minutos y al autobús, que tiene una parada en la puerta del mismo hotel. Además, The Quays, la zona residencial más moderna y popular de la ciudad se encuentra a pocos minutos.

Que estamos en un almacén lo sabemos por el exterior y por el nombre del hotel, ni mucho menos por la decoración de la misma, tanto en sus zonas comunes, amplias y diáfanas como en sus minimalistas habitaciones.

La habitación en la que yo me alojé, por ejemplo, una matrimonial interior tenía una decoración peculiar en colores amarillo y violeta (cada habitación tiene un color distinto) y muchísima amplitud. Son tan grandes las habitaciones del Victoria Warehouse Hotel que puedes tumbarte en el suelo.

Mención aparte merece la zona de desayuno, con mesas y sillas en madera en un espacio decorado con botellas de forma tan curiosa como exitosa. En ella se sirve una versión continental del desayuno, incluida en la mayoría de las reservas, de bastante calidad. Tienes tostadas, cafés y tés, cereales, ensalada de frutas, yogures, cruasanes, mermeladas, mantequilla y quesos, tanto de untar como normal.

Por si esta oferta de desayuno fuese poca, me comentaba Daniel, uno de los recepcionistas que piensan contratar personal de cocina para comenzar a servir desayunos calientes.

Si piensas ver un partido del Manchester United -Old Trafford está a cinco minutos a pie- o vas a algún evento en el contiguo Victoria Warehouse, no deberías tener duda alguna; pero hasta si tienes pensada una visita a Manchester turística y quieres una experiencia auténtica, entonces te recomiendo también alojarte en el Victoria Warehouse Hotel.