Gay Village, el barrio de la tolerancia de Manchester

Una de las cosas que más me gustó de Manchester es la variedad de sus gentes, el buen ambiente y la tolerancia que encontré en esta ciudad en la que la cultura es también muy importante. No es de extrañar que en una ciudad como ésta se encuentre el barrio gay más famoso de Inglaterra fuera del Soho londinense: la Gay Village de Manchester es un ejemplo de respeto y un lugar encantador en el que vivir o que visitar.

Alrededor de Canal Street, una calle construida junto al Rochdale Canal en 1804 y aprovechando el colapso de la industria del algodón en los años sesenta del siglo XX, una industria que había situado a Manchester en la vanguardia mundial el siglo anterior, comenzó una escena underground que terminaría por crear el concepto de la Gay Village de Manchester. En pubs como el New Union homosexuales y prostitutas se daban protección mutua de la policía formando parejas ficticias, así los primeros podían conocer a hombres afines y las segundas trabajar en un lugar más seguro.

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Con la legalización de la homosexualidad en el año 1967 se abrieron nuevos establecimientos, pero la batalla aún no estaba ganada y, aunque permitida, la homosexualidad estaba muy lejos de ser bien vista o incluso aceptada. La policía seguía ejerciendo una presión que en ocasiones sobrepasaba los límites de la legalidad y los homosexuales tenían que reprimir sus tendencias la mayor parte del tiempo.

Una desgracia aún mayor estaba por llegar para el colectivo gay. Los años ochenta estarían marcados por el SIDA y la pérdida de amigos y queridos. Pero ante esta adversidad la comunidad de la Gay Village se unió en una espontánea vigilia en 1989 que terminaría derivando en la celebración del Manchester Pride, el orgullo gay. El espaldarazo final al barrio llegaría por la televisión. La versión original de la serie Queer as Folk emitida desde 1999 narraba la vida de tres jóvenes gays de la villa.

Hoy en día no hay represalias ni reprimendas, sino un aire de libertad con ciertas gotas de cultura francesa alrededor del canal, gracias a sus terrazas. Un ambiente fantástico con una nota de nostalgia en el Beacon of Hope que homenajea a aquellas personas que han perdido la vida por culpa de la maldita enfermedad del SIDA. Tanto si prefieres un té relajante y delicioso como si lo tuyo es bailar hasta la madrugada y dejarte llevar por el hedonismo más puro, la Gay Village de Manchester te dará lo que buscas.

Lugares imprescindibles de la Gay Village

Son muchos los bares, cafés y restaurantes que merecen la pena en esta céntrica zona de Manchester, pero te voy a dejar cinco esenciales, por historia, calidad y carisma.

• Manto: abierto en 1990 en el 46 de Canal Street, Manto fue el primer local en el que se podía ver el interior a través de sus grandes ventanales. La homosexualidad perdía el miedo y sus tres pisos se volvían una fiesta continua que hoy en día perdura, a pesar de la reciente muerte de su fundadora, Carol Ainscow.
• Velvet: bar, restaurante y hotel boutique, Velvet es la perla de Canal Street. Si te gusta el lujo con el estilo más decadente posible, Velvet te apasionará. Un lugar con un diseño muy conseguido y un restaurante que mezcla lo más básico de la cocina inglesa con algunos tonos muy chic.
• Vanilla: no sé quién acuñó a Vanilla como la Meca lesbiana del norte, sí que puedo intuir que era un morboso. Lo cierto es que desde 1998 la escena local lesbia ha evolucionado y se ha liberado en torno a este bar que se enorgullece de haber unido a miles de parejas de mujeres en sus quince años de vida.

• New Union: cuando New Union fue construido en 1865 ser gay no solo estaba mal visto, era ilegal y te podía fácilmente costar la vida. Eso no le impidió funcionar como punto de referencia de la comunidad gay de Manchester desde antes incluso de que ésta existiese. Ni la condena de cárcel de su propietario en los años cincuenta lo cerró. Hoy tiene hasta un hotel con doce habitaciones.
• Richmond Tea Rooms: mi lugar favorito de la Gay Village de Manchester, y también un imprescindible en la ciudad. Tomar un afernoon tea con su scone y sus finger sandwiches le pone a uno las pilas. ¡Qué delicia de lugar!

Sea cual sea tu tendencia sexual, la Gay Village de Manchester te hará disfrutar del ocio más apetecible de todo el centro de la ciudad. Disfruta de su tolerancia y déjate llevar por el espíritu del carpe diem.