Bonfire night, qué es y quién fue Guy Fawkes

Una de las festividades autóctonas en el Reino Unido y que no ha sido exportada más allá de los antiguos países de la colonia -como pasa muy a menudo desde que llegó la globalización- es la noche de las hogueras de Guy Fawkes o Bonfire night.

Hace hoy exactamente 407 años, un 5 de noviembre de 1605, Guy Fawkes, uno de los muchos activistas católicos ingleses que andaban bastante disgustados con la posición del rey Jaime I con respecto al catolicismo, fue pillado in fraganti junto a no pocos barriles de pólvora cuando se disponía a volar la Cámara de los Lores del Palacio de Westminster con el rey dentro.

Como te habrás imaginado, poco tardaron en colgar al señorito Fawkes, y los ingleses, muy felices porque su rey se había salvado de una muerte segura, comenzaron a celebrar la fecha del suceso mediante hogueras, al más puro estilo valenciano.

Esta tradición aún continúa más de cuatro siglos después, aunque afortunadamente ya se han olvidado las connotaciones de segregación religiosa. Cada cinco de noviembre o el fin de semana más cercano lo único que se celebra es, una vez más, la supervivencia del imperio inglés. Para disfrutar de una buena Bonfire night cerca de Southampton y gracias a la recomendación de una amiga, me fui hasta la antigua capital de Inglaterra: Winchester.

Los festejos comienzan con un desfile en un circuito por el centro de la ciudad que recuerda bastante a la Semana Santa. Aunque en este caso no se porta ningún santo y la noche es iluminada por antorchas en lugar de cirios. El peregrinaje termina en un gran descampado en el que una buena parte de la población de Winchester, insensibles al frío y guiados por las odiosas voces de los locutores del programa de radio que servidor sufre cada día en la oficina, esperan a la cuenta atrás que dé comienzo al fuego de la hoguera. Una gran hoguera de paja y leña que arde durante algunos minutos hasta que comienzan los fuegos artificiales.

Los fuegos artificiales, los mejores que he visto en persona en el Reino Unido duraron aproximadamente unos 20 minutos y estuvieron en casi todo momento acompañados, muy a mi pesar, por un odioso hilo musical compuesto por las bandas sonoras más explotadas de la historia. ¿Qué necesidad hay de poner música a unos fuegos artificiales? Eso es algo que un valenciano jamás podrá entender.

Cuando todo el mundo estalló en una ovación al terminar los fuegos parecía que por fin la noche se iba a calentar, pero la frase del locutor acto seguido me dejó más helado que las bajas temperaturas y la humedad: esto es todo.

Y así fue, una vez terminados los fuegos, cuando aún no eran ni las diez de la noche terminó el espectáculo, acabó la música y todo el mundo, poco a poco, se fue retirando a sus casas (o a las discotecas/pubs de todas las semanas). Así, me quedo con la sensación de que esta noche no es tan genial como podría haber sido si se le diese algo más de movimiento. ¿Será que celebrar la supervivencia del rey no merece más?