Este artículo pertenece a la guía de Winchester de Vivir Europa.
Dentro de un viaje a Winchester no puede faltar una visita, por corta que sea, al Winchester City Museum, el museo de la ciudad que narra la historia de Winchester desde la edad de hierro hasta la edad media -cuando la ciudad fue capital de la recién creada Inglaterra- y de la época victoriana en la que Winchester recuperó su esplendor. Yo tuve la suerte de visitarlo durante mi viaje a la ciudad invitado por Visit Winchester, aunque siendo gratuito no necesitas demasiadas excusas para conocerlo.
Vistoso ya desde fuera, el Winchester City Museum fue uno de los primeros edificios construidos fuera de Londres expresamente para ser usados como museos y su bella fachada seguro que te atraería hacia él hasta si no supieses de su existencia. Dentro te puedes encontrar de forma cronológica con buena parte de la la historia de la ciudad separada en tres plantas.
Segunda Planta. Prehistoria y Winchester romana
La planta superior del museo es la primera a visitar si quieres conocer la historia de Winchester de forma cronológica. Allí conocerás Winchester en la prehistoria y en especial durante la época romana, cuando Winchester era ya el quinto asentamiento más importante de toda la isla. Eran sus primeros pasos hacia convertirse la capital de Wessex y posteriormente de toda Inglaterra.
Primera Planta. Winchester capital de Inglaterra
Esta primera planta muestra el crecimiento de Winchester durante su periodo de apogeo, cómo la capital de Inglaterra fue creciendo durante el reinado de Alfredo el Grande y los posteriores tiempos anglo-normandos. Unas geniales maquetas te darán una perspectiva de la evolución de la ciudad perfecta.
Planta Baja. El Winchester victoriano
La última planta del museo realiza un salto histórico hasta el siglo XIX, dejando las épocas Tudor y Stuart para el Westgate Museum, otro museo en la ciudad no muy lejos del Winchester City Museum. Esta planta es una reconstrucción de una calle de Winchester llena de tiendas victorianas y eduardianas con todo tipo de detalles en las que podremos ver la diversidad de productos ofrecidos hace menos de dos siglos.
En mi opinión, lo mejor de este pequeño museo es que está perfectamente adaptado al disfrute de los más pequeños, que en una exposición arqueológica podrían sentirse aburridos y perder todo interés. En todo momento en el museo hay objetos sobre los que echar las manos, piedras que tocar, botones que apretar, puzzles que resolver e incluso ropas que probarse. Fantástico, pues una exposición de artefactos sin mayor añadido podría hacer caer al Winchester City Museum en el ostracismo.
Abierto en horario de verano (de abril a octubre) de 10:00 a 17:00 de lunes a sábado y los domingos desde mediodía, el museo cierra los lunes del resto del año (y el resto de los días una hora antes, a las 16:00 horas) y al estar pegado a la Catedral de Winchester es una visita perfecta hasta para un viaje de un día a Winchester desde ciudades como Southampton, Londres, Bournemouth o Portsmouth. Verás como por fin tus niños no se quejarán por visitar un museo.