La ciudad más grande de la región ucraniana de Transcarpatia y también su capital es Uzhgorod, escrito ??????? en cirílico. Tiene poco más de cien mil habitantes y está literalmente pegada a la frontera entre Ucrania y Eslovaquia, encontrándose además a escasos 27 kilómetros la frontera con Hungría. Uzhgorod fue mi segundo destino en el viaje de fin de semana a Ucrania que realicé el pasado mes de enero.
Además de ser muchísimo más grande que su hermana pequeña Mukachevo, lo cierto es que lo que más me sorprendió de la ciudad fue su vida nocturna. Al fin y al cabo no tiene demasiados habitantes, pero tenía varios locales realmente atrayentes cerca de la orilla norte del río Uzh que divide en dos la ciudad, y los precios llegaban a resultar casi absurdos. Es cierto que el nivel de vida en Ucrania es bajísimo, pero aún no me acostumbro a tomar un par de chupitos de un buen vodka y una pinta de cerveza por unos dos euros en total.
El centro de Uzhgorod vive ausente a la época comunista que rigió fuertemente Ucrania durante gran parte del siglo XX, y no hay casi edificios de marcada arquitectura comunista. Algo que me resultó muy extraño.
Lamentablemente mi visita a la ciudad de Uzhgorod se vio truncada por una inoportuna lesión en el pie derecho que me impedió andar en mi segundo día en la ciudad. Un calzado no demasiado adecuado y el caminar sobre hielo y nieve durante todo el día anterior, condiciones nada habituales para una persona nacida en Valencia, me impidieron disfrutar más a fondo de la ciudad al tiempo que también capturaba mejor la esencia de la misma.
Afortunadamente sí que tuve la oportunidad de acercarme algo más durante mi convalescencia a sus gentes, amables hasta decir basta a pesar de esa primera impresión que las lenguas similares al ruso nos dan. Curioso esto de que dependiendo del idioma que una persona habla la primera impresión sobre ella pueda verse influida notablemente.
Pendiente para futuros viajes me quedan por tanto lugares tan esenciales como la catedral cristiana ortodoxa que solo pude ver desde el autobús a la estación desde la que salimos dirección a Chop y Hungría, su antigua sinagoga y sobretodo el castillo de la ciudad, que si era la mitad de bonito que el de Mukachevo sería de visita obligatoria. Si tenéis la oportunidad de visitar Uzhgorod, eso sí, no os perdáis una cena en el restaurante Vertep, en la calle Korzo y disfrutad de la cocina ucraniana, tan deliciosa y desconocida para nosotros como la húngara.