Antes incluso de que Pärnu comenzase a ser conocida como la ciudad de los baños termales de Estonia, ganando entre locales el sobrenombre de capital del verano, Haapsalu ya había satisfecho a burguesía y nobleza tanto sueca como rusa en su búsqueda de la salud a través de los métodos medicinales más de moda en la época. Haapsalu era una ciudad pudiente, lujosa y orientada al ocio, y este legado aún se aprecia hoy en día. Viajar a Haapsalu es uno de mis primeros consejos sobre Estonia que se salen de las rutas turísticas habituales.
Mi mente no recordaba Haapsalu cuando llegué a Estonia, estoy convencido de que había leído el nombre en todas las guías que devoré antes de pisar territorio estonio, pero nadie me había contado nada sobre esta pequeña ciudad en la esquina noroeste de la Estonia continental, a sólo diez kilómetros de la isla de Vormsi, y los escritores de estas guías no había despertado mi curiosidad tampoco.
Esto cambió drásticamente cuando empecé a conocer a locales. Haapsalu es mencionado por casi todos los estonios cuando hablas de lugares a visitar. Es algo sólo equiparable a la popularidad de Viljandi, por encima de las ciudades más pobladas del país: Tartu, Narva y Pärnu. Pronto marqué en negrita Haapsalu en mi lista de ciudades de Estonia a visitar (una lista que existe, por cierto).
Desde Tallin, Haapsalu está tan solo a 100 kilómetros dirección suroeste; desde Pärnu 120 kilómetros dirección noroeste, y aunque los autobuses que conectan Haapsalu con Pärnu son escasos, estas cortas distancias y la posibilidad de acceder las islas desde aquí, hacen que incluso antes de hablarte de la ciudad, te recomiende ya considerar Haapsalu en un viaje a Estonia de al menos una semana de duración.
Fundada en 1279, Haapsalu fue un punto estratégico de gran relevancia desde sus inicios. Era la primera ciudad de la Estonia continental accesible al llegar desde el oeste por el Mar del Norte, y la más importante ciudad del Väinameri, el mar de los estrechos que se sitúa entre las islas de Hiiumaa, Vormsi, Muhu y Saaremaa y la costa oeste de Estonia.
Este valor estratégico se plasmó en la construcción de su castillo en los siglos XVI y XVII, durante la ocupación sueca. Un castillo que hoy en día sigue siendo la atracción más conocida de la ciudad, aunque está en ruinas, pues el siglo XIX dio paso a la Haapsalu recreativa. Cuando una ciudad es un lugar de vacaciones, un comienza a preocuparse menos por posibles invasiones.
Esta situación comenzó con la fundación en 1825 del primer sanatorio que usaba lodo local. El responsable fue el Doctor Carl Abraham Hunnius, y la nobleza rusa, residente en San Petersburgo, la encargada de popularizar a Haapsalu. Tanto el zar Nicolás I como Alejandro II pasaron un tiempo aquí. Incluso Tchaikovsky lo haría, aprovechando la ocasión para componer algunas de sus obras.
Con la llegada de la primera independencia de Estonia lo único que cambió fue la nacionalidad de los visitantes. Los rusos dieron paso a suecos y finlandeses, y no fue hasta la Segunda Guerra Mundial que Haapsalu dejó de ser un centro de salud de gran popularidad en la zona. Haapsalu pasó a ser una base aérea y su acceso se restringió por décadas, aunque seguía tratándose a gente, no eran turistas y mucho menos extranjeros.
Hoy en día Haapsalu es un lugar para visitar cuando uno quiere calma, pero no aburrimiento. Tiene algunos cafés y restaurantes dignos de una visita en sí mismos, y la belleza de su zona costera es motivo más que suficiente para pasar al menos una noche aquí. Lo de bañarse en sus costas aún no lo he hecho, pero parece que también tiene su punto.
El ambiente es distendido, pero se nota que Haapsalu es un lugar amado por la gente adinerada de Estonia. No tienes más que mirar a tu alrededor en una tarde de domingo relajándose en un café. Pero no te preocupes, este lugar es asequible, tu bolsillo estará incluso más tranquilo que en Tallin.
Recuerda que, aunque en otros lugares puedas haber leído lo contrario, la única forma de viajar sin transporte propio a Haapsalu es el autobús. Sí, la ciudad tiene una de las estaciones de tren más bellas que habrás visto en tu vida. Se hizo al fin y al cabo para que la nobleza de San Petersburgo esperase tranquilamente a su transporte de vuelta a la gran capital. Pero ningún tren pasa por ahí ahora, los únicos que hay pertenecen al Museo del Ferrocarril de la ciudad, que se encuentra aquí mismo.
Puede que vayas a Haapsalu porque quieres saltar a las islas y no quieres hacerlo directamente desde Tallin, puede que vayas porque quieres conocer una pequeña ciudad (o un gran pueblo) de Estonia, puede que sea porque las fotos de este artículo te han encantado como a mí me encantó tomarlas. Sea cual sea el motivo, lo importante es que viajes a Haapsalu.