Este artículo pertenece a la guía de Cluj-Napoca de Vivir Europa.
¿Cuántas veces te has hospedado en un lugar y has pensado «me siento en casa«? Cuando pasa esto las sensaciones que te recorren son fantásticas, estás en un lugar nuevo, seguramente de vacaciones, pero aún así tienes la impresión de no haber dejado la comodidad de tu hogar. Una de las últimas veces que a mí me pasó eso fue al alojarme en el Transylvania Hostel de Cluj-Napoca, posiblemente el único lugar de esta ciudad en el que me alojaré jamás.
Me parece hasta anecdótico que se llevase el Hoscar 2011 al mejor hostal de Rumanía en el año 2010, poco después de abrir, uno de los premios más prestigiosos del mundo de los hostales que otorga Hostelworld. ¡No sé cómo podría haber otro hostal mejor en el país!
El Transylvania Hostel Cluj se encuentra en el 26 de la Strada Iuliu Maniu, en pleno centro de Cluj-Napoca, a escasos metros de todos los lugares más conocidos de la ciudad. Es verdad que esto deja el hostal a 25 minutos a pie de la estación de tren, pero es que en esta ciudad la estación de tren está fuera del centro, como pasa en muchas ciudades de la zona. Otra cosa distinta será si llegas con el autobús desde el aeropuerto, pues una de sus paradas está a cinco minutos a pie del hostal.
En lo que al hostal se refiere, del Transylvania Hostel Cluj destaca lo perfectamente mantenido que está en su totalidad. Las habitaciones son, sin excepción, espaciosas. Hasta la de ocho camas, la más grande de todas, te permite mantener una sensación de privacidad que se pierde muchas veces, nadie ocupará tu espacio vital. Además los grandes armarios con candado, que son gratuitos, hace que tengas la tranquilidad de que no va a pasar nada con tus valiosos enseres.
La sensación de amplitud se mantiene en las áreas comunes, donde el salón es claramente mi favorita por encima incluso de la sala de juegos -a pesar de que ésta tenga un billar y una mesa de ping-pong-. Allí, cuatro sillones y un gran sofá te permiten socializar en un ambiente relajado y simpático. El lugar invita a conocer a gente, y aceptarás la invitación encantado.
La amplia y limpia cocina, y el mejor baño común que he visto jamás en un hostal, especialmente por la ducha, digna de un hotel de cuatro o cinco estrellas completan las instalaciones del recinto, que además tiene un jardín del que no pude disfrutar por la nieve que cubría la ciudad, pero que al parecer es centro de la vida social del hostal durante el verano con sus barbacoas.
Pero todo esto no es lo que me hace hablar de esta forma tan entusiasta del Transylvania Hostel Cluj. Lo más importante es su gente, su personal, con Iuliana y Brian a la cabeza. Descubrí una Cluj-Napoca especial gracias a ellos. Fue un verano de sensaciones en esta ciudad en plena ola de frío de diciembre, y fue gracias a sentirme un más, casi como si estuviese haciendo CouchSurfing en un hostal.
Porque, ¿qué puedes decir de un lugar en el que la dueña y su pareja te llevan a pasear por el centro de la ciudad, te cuentan sus intereses y sus preocupaciones, y te hacen uno más desde el primer momento? Solo puedes decir que estás en casa.
Sí, es cierto, el Transylvania Hostel Cluj cuesta un poco más de lo que cuestan los otros hostales de la ciudad, precios ligeramente elevados para lo que es el estándar de Rumanía, pero nada exagerado. Las camas en los dormitorios tienen un precio de 50 Lei (11.50€, 8 camas), 60 Lei (14€, 6 camas) y 70 Lei (16€, 4 camas) respectivamente, mientras que las habitaciones privadas tienen un precio de 150 Lei (unos 34€), tanto la doble como la de matrimonio.
La pasión que tiene la gente que trabaja en el Transylvania Hostel de Cluj-Napoca me lleva a asegurar que si te decides a visitar la capital transilvana y no te alojas aquí, no disfrutarás de Cluj-Napoca como deberías, la experiencia se te quedará a medias. ¡No te atreverás a no hacerme caso! ¿Verdad?
