Viaje de un día en Southampton: Salisbury y Stonehenge

La primera vez que fui a Southampton había una cosa que quería hacer por encima de todo. Nada tenía que ver con la ciudad, el futuro Erasmus de mi hermano, o el Titanic. Quería aprovechar la oportunidad de estar en una ciudad relativamente cercana a Salisbury para ir allí, y de allí al Stonehenge. Seguramente una de las atracciones que más ganas he tenido nunca de ver en mi vida.

Lo cierto es que aún sonrío al pensar que gracias a mi sueño de Vivir Europa he podido hacer cosas como ésta. Además, el viaje no es demasiado caro, y sí muy satisfactorio. El Stonehenge, si me permites el chiste fácil, no te dejará de piedra.

Compra tu entrada al Stonehenge

Para visitar el Stonehenge desde Southampton el primer paso es llegar a Salisbury. Esto se puede hacer tanto en tren como en autobús. Yo he viajado con ambos medios de transporte y funcionaron perfectamente.

Para llegar a Salisbury nosotros elegimos el tren, el
trayecto, de aproximadamente media hora de duración tanto en la ida
como en la vuelta nos salió por 8.50£. Puedes reservar un billete de ida y vuelta el mismo día en
mi sección de reservas.

Afortunadamente para ti y tu bolsillo, ahora sé que
National Express ofrece autobuses a
Salisbury que en 40 minutos por
trayecto te dejan en la ciudad por 4.40£, casi la mitad de lo que
nosotros pagamos por, aproximadamente un cuarto de hora más de viaje,
parece bastante interesante.

Una vez llegados a Salisbury, puedes tomar tanto de la estación de tren como de la de autobús el The Stonehenge Tour. Un autobús que hace la
ruta Salisbury-Stonehenge-Old Sarum-Salisbury y al cual puedes subir y
del cual puedes bajar cuantas veces quieras en un día. Pudiendo así
pasar todo el tiempo que quieras en cada parada.

Nosotros pagamos el billete que comprendía el viaje y la
entrada al Stonehenge y Old Sarum por
18£. Si sois de los que ven las
cosas más o menos deprisa quizás os convenga más aún comprar el de 21£
que además incluye un donativo para la Catedral de Salisbury que nosotros
solo vimos desde el exterior.

Los casi 21 euros que pagamos pueden parecer mucho, pero sin
duda merece la pena poder ver en el autobús el camino al Stonehenge (en
especial si os sentáis en la primera fila del piso superior) y el
descuento en la entrada del Stonehenge es siempre de agradecer.

Describir el Stonehenge es prácticamente imposible. En esencia
uno puede decir que no son más que piedras gigantes colocadas de forma
circular, pero hay algo verdaderamente mágico en ellas, y en el
ambiente que hay en ése paisaje. La tranquilidad que se respira hace
que cualquier cuento sobre el Stonehenge que se oiga pueda parecer
absolutamente real.

¿Cómo llegarían las piedras a este lugar hace miles de años desde las montañas de Gales? Parece sencillo decir que bajando el río
hasta el pueblo más cercano y luego en algún tipo de carruaje desde
allí. Pues sin ser un experto en el traslado de rocas, creo que no es
descabellado pensar que aún en el siglo XXI esta tarea sería cuando
menos complicada.

El viaje al Stonehenge nos deparaba otra gran sorpresa a la
vuelta. Old Sarum, la vieja Salisbury. Una ciudad sobre una colina de
la que solo quedan los cimientos en un paisaje de cuentos medievales
completamente tintando del verde del césped.

En Old Sarum realmente parece que alguien en su día cogió una
guadaña gigantesca y cortó todas las casa de cuajo.

Aprovechando que uno puede subirse en cualquier autobús a la
vuelta de Old Sarum, disfrutamos durante un buen tiempo de unas vistas
maravillosas gracias a la altura de la colina en la que está situada la
antigua ciudad.

En el viaje de regreso a Salisbury y posteriormente a
Southampton uno lleva la sensación de que cuando va al Stonehenge se
lleva un poco de la magia que se espera encontrar en este gran
monumento construido por el hombre.