St James Gardens, los tranquilos jardines de Liverpool

Ocultos y recluidos, lejos de las miradas de los transeúntes y de los ruidos del ajetreado centro de Liverpool se encuentran los Jardines de Santiago, St. James Gardens; un parque histórico protegido por English Heritage pegado a la Catedral Anglicana de Liverpool. Sin duda alguna el lugar más tranquilo de esta zona de la ciudad.

Originalmente la cantera de la que se extrajo la piedra con la que se construyeron muchos de los edificios alzados en el siglo XVIII en Liverpool (aunque no la catedral adyacente), pasaría a ser nombrado el St. James’ Cemetery a partir de 1825, convirtiéndose en el cementerio principal de la ciudad de Liverpool en su momento de mayor apogeo económico.

Pocos años antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, en 1936, y tras 57 774 entierros, el cementerio se consideró lleno y tuvo que ser movido a otro lugar. St. James Cemetery’ perdería así la vida que el fallecimiento de sus inquilinos le había dado y no sería hasta tres décadas después que se decidiría que era hora de revivir el lugar convirtiéndolo en el parque público que es hoy en día.

Para ello se decidieron exhumar los cadáveres, deshacerse de ellos, pudiendo así a posteriori desplazar las tumbas para crear los grandes espacios abiertos que tendría el parque al ser abierto en 1972. De aquí que haya tantas lápidas apiladas en las paredes de esta antigua cantera y en las zonas de menos acceso, creándose una de las entradas más impactantes a un parque que vi jamás.

Un pasillo de lápidas situado frente a la entrada principal de la Catedral de Liverpool, dejando atrás el edificio de estilo clásico de la capilla mortuoria del antiguo cementerio construida en 1829, desciende hacia los jardines dándote una tétrica bienvenida que seguramente me pensaría dos veces aceptar durante la noche si los St. James Gardens permaneciesen abiertos al ponerse el sol.

Pero el mórbido recibimiento no podría ser más engañoso. St James Gardens no deja de ser un parque público en el que los liverpulianos buscan ante todo tranquilidad y relax, ya sea haciendo un picnic o paseando a través de sus sendas, reconociendo nombres entre lápidas, mausoleos y demás mobiliario fúnebre sobre un manto verde que lo cubre todo, disminuyendo la paleta de colores necesaria para representar una visita al lugar.

Los St James Gardens son así justo lo opuesto que su vecina catedral representa. Paz y tranquilidad sin coste alguno frente a un afán de hacer dinero que daña una de las muestras arquitectónicas más relevantes de un Liverpool que las cuenta a decenas. Quizás por esto rehuyen de ser llamados los jardines de la catedral, prefieren no asociarse con ella.

De los jardines me gusta la calma que les da el estar hundidos en la tierra. Estando en el centro de Liverpool parece mentira que el murmullo de coches y aviones sea solo un ruido de fondo casi imperceptible, ocultado tras los cantos de los pájaros que habitan el lugar. Suenan lejanas hasta las voces de los visitantes que te acompañan, tus pensamientos fluyen y la tranquilidad es máxima.

El espacio verde más impactante de la ciudad de Liverpool, los St. James Gardens, será un paréntesis en una ajetreada visita a Liverpool. Una forma de escapar de la urbe y de conversar un rato con uno mismo.