Este artículo pertenece a la guía de la Isla de Wight de Vivir Europa.
En en extremo noreste de la Isla de Wight hay un pequeño lugar de veraneo eduardiano que conserva notas de opulencia de la época de esplendor del Reino Unido. Es el destino turístico más lujoso de toda la isla, pero su belleza está al alcance de todos. Otra de las pequeñas joyas del estrecho del Solent, el pueblo de Seaview.
Seaview tan solo existe desde principios del siglo XIX aunque no sería hasta 1850 cuando se terminó el centro de la villa. Un lugar turístico desde siempre y que por aquel entonces contaba con un muelle de suspensión que, visto en fotos y postales de la época, recuerda muchísimo al Puente de las Cadenas de Budapest. Lamentablemente este puente fue destruido hace más de 60 años.
El carisma de Seaview perdura a pesar del paso de los años. En sus angostas calles encuentras edificios eduardianos en tonos pasteles, agradables y atractivos a la vista; una vista que siempre termina con encontrarse de forma inevitable con el mar –sea view en inglés es ‘vista al mar’-. En la orilla, pequeñas barcas de madera tan multicolores como los edificios se apilan sobre guijarros como si jamás fuesen a ser utilizadas de nuevo.
La calle principal de Seaview también desemboca en el mar, cual río, y en ella puedes encontrarte con un hotel de renombre al que jamás volveré, única nota negativa de mi visita: en el Seaview Hotel & Restaurant no se dignaron a atendernos a pesar de más de 20 minutos de espera.
Pero no hay por qué preocuparse, pues de Seaview se dice que tiene algunos de los mejores restaurantes de la isla y, para los bolsillos más pequeños -como el mío- una tienda de sandwiches familiar con productos realmente deliciosos y un servicio impecable.
La tranquilidad latente hace que en ocasiones en Seaview oigas más el ruido del mar que el de los propios habitantes de la villa que organiza, desde el establecimiento de The Seaview Yatch Club en 1893, la Seaview Regatta. Una regata anual que durante agosto atrae a regatistas internacionales a la Isla de Wight.
Vivir en Seaview es un lujo, un lujo de los que cuestan dinero, no un lujo en sentido figurado. Las grandes mansiones que uno puede encontrarse a medida que se aleja del centro del pueblo han terminado por dar a la zona el sobrenombre de la Avenida de los Millonarios.
A pesar de su pequeño tamaño y la tranquilidad reinante, Seaview ofrece la posibilidad de realizar una actividad algo más animada que el tomar un té. Sus dos playas son un buen lugar en el que darse un baño bien frío en el Canal de la Mancha, mientras que para los más pequeños, y los amantes de la naturaleza, Seaview ofrece en su Wildlife Encounter la posibilidad de ver -y hasta dar de comer- a animales tan diversos como los pingüinos y los wallabies.
Cómo llegar a Seaview
Llegar a Seaview paseando por la orilla del mar desde Ryde te ofrece la posibilidad de caminar por estrechos caminos de piedra y cemento, dispuestos teóricamente solo para que los pescadores se acerquen a sus embarcaciones; mientras que la única forma de llegar en transporte público es mediante el autobús número 8 de Southern Vectis, la compañía de autobuses de la Isla de Wight, y que comunica Seaview con Ryde, Bembridge, Sandown y Newport.
Si alguna vez soñaste con calmados paseos entre las calles de una villa pesquera alejada del turismo y del ruido, con buenas opciones culinarias y actividades en familia, Seaview te está esperando.