Este artículo pertenece a la guía de Ryde de Vivir Europa.
Estoy convencido de que muchísima gente podría llegar hasta a dudar de si el Reino Unido tiene playas o no. Llevados por nuestra obsesiva asociación de las Islas Británicas con el frío y de las playas con el calor parece que pierde el sentido la idea de tener playas fuera de las latitudes meridionales de Europa. Nada más lejos de la realidad, de hecho la Playa de Appley podría perfectamente ser una playa de éxito y bien considerada en cualquier costa mediterránea.
Appley Beach es una de las playas más populares de toda la Isla de Wight. Además, por su situación a mitad de camino entre Ryde y Seaview y el gran tráfico entre la isla y Gran Bretaña que hay en la primera de las localidades, es de las playas con más ocupación durante el verano, dure lo que dure éste.
Así, en cualquier día bueno, o menos malo, se pueden ver familias paseando, con los perros si no es verano -ya que éstos están prohibidos en esas fechas-; se ven jóvenes mujeres empujando carritos de bebé, una de las estampas más inglesas para bien y para mal; en definitiva se ve a los locales disfrutar como lo hacemos aquellos que hemos tenido el mar cerca cuando vivíamos en lugares más cálidos.
La playa se encuentra en una pequeña bahía formada por la naturaleza y es recorrida en toda su extensión por un paseo marítimo que separa la fina arena de Appley Beach del manto verde de árboles y césped que la rodea. Escondidos entre estos árboles hay muchas mansiones de gente que ha elegido como lugar de retiro este lugar.
No es de extrañar que sea tan popular, con una playa tan impoluta y con vistas al Estrecho de Solent, a Portsmouth y a los cruceros que comienzan o terminan sus rutas por el mundo en Southampton. ¿Por qué estas playas son tan limpias y en las costas españolas nos cuesta tanto ver algo así? Me preguntaba mientras paseaba por ella.
Pero ésa no era la duda que más asaltaba mi cabeza, sino la fantástica velocidad y efecto de la marea en este lugar. Yo, que he vivido junto al Mediterráneo toda mi infancia y adolescencia no comprendo este fenómeno, no lo entiendo. Me resulta tan curioso y encantador que pasaría horas muertas observando el agua desaparecer y aparecer, mientras los locales aprovechan los momentos en los que el agua casi no existe para montar a caballo o pasear a su mascota.
Más allá de la arena, hay una curiosa figura en la Playa de Appley que atrae la atención de los visitantes, la Appley Tower, que si bien en su interior no tiene más que un mirador y una tienda de gemas y cristales, da muchísimo juego a los niños y un aire especial al lugar.
Llegar a Appley Beach es un paseo genial junto al mar, que te puedes ahorrar si estás en un día perezoso gracias al tren sobre ruedas que recorre el camino entre el muelle de Ryde y este lugar de forma continua durante el verano.
Aprovecha sus dos cafés, y disfruta de una experiencia diferente, que no esperabas en el Reino Unido, si viajas a la Isla de Wight tienes que visitar Appley Beach.