Jorvik, un viaje al York de la época vikinga

York es una de las ciudades con más historia de Inglaterra, con gran relevancia en el devenir histórico del norte de Inglaterra, ya desde que fuese un fuerte romano llamado Eboracum. En el museo interactivo Jorvik, que conocí gracias a la invitación de Visit York, podrás descubrir con mucho detalle cómo era la vida en Jórvík, la ciudad de York durante la invasión vikinga de los siglos IX y X.

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Jorvik es una atracción sorprendentemente moderna pese a haber sido abierta por primera vez en el año 1984, vanguardia de la arqueología en disposición del entretenimiento fue construida sobre un yacimiento arqueológico que en 1976 reveló la antigua ciudad vikinga conservada en fantásticas condiciones y con más de 20 000 objetos dispuestos a narrar vida e historia. Varios metros de turba preservaron durante siglos restos de ropas, zapatos, alimentos, utensilios y hasta maderas de los propios hogares.

La atracción se divide en tres secciones muy distintas entre sí. La primera de ellas, la sala a la que llegas tras bajar las escaleras de la entrada, es una exposición sobre el propio suelo de aquello encontrado. Caminando por la tenue sala te encontrarás paseando por los verdaderos restos de Jórvík, aunque tendrás que agudizar la vista, pues la oscuridad de esta sección te impedirá disfrutar de la grandeza de lo observado.

No obstante, si te fijas bien, podrás encontrar objetos tan dispares como un peine o un dado, además de ver la estructura de los hogares, sus cimientos, y parte de sus muros. Estás ante la propia calle Coppergate, algo más de 1000 años después.

Tras la pequeña decepción por la falta de iluminación te encontrarás con la mejor parte de la atracción poco después. En una combinación de trabajo arqueológico, maquetas y autómatas te adentras subido a una suerte de carro eléctrico en el York del año 975 para convertirte en uno más de sus 10 000 habitantes. No hay mejor forma de saber cómo se vivía en un lugar en un tiempo remoto que verlo, y lo cierto es que este paseo lo hace de una forma genial, viendo el día a día de las gentes de Jórvík, navegando su río, recorriendo sus calles e incluso entrando en sus hogares.

Calles de tierra, casas de madera con empinados techos de paja, niños y adultos bebiendo cerveza, pues los excrementos acababan con la salubridad del agua. Olores y sonidos también se unen para convertir a Jorvik en una experiencia multisensorial. Lástima que las fotos no estén permitidas, aunque casi mejor, así tienes un motivo más para visitarla.

La parte final de Jorvik es el resultado de las investigaciones llevadas a cabo desde el descubrimiento de este asentamiento vikingo. Gracias a los guías de esta sección no solo aprenderás el funcionamiento de objetos del día a día de la vida de los vikingos de York, sino que sabrás cómo se ha podido llegar a conocer todo lo que has visto en Jorvik e indagar más al respecto de todos los aspectos de la vida diaria de sus gentes.

Quizás la mejor fecha para visitar Jorvik es en febrero, por ser entonces cuando en la ciudad de York se celebra el festival vikingo, y si tienes una tarjeta York Pass, que puedes comprar ahora en este enlace, te evitarás tener que pagar la entrada, que puede resultar algo cara a 9.75£ por adulto, 6.75£ por niño y 27.00£ por familia.

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A pesar de la controversia que pueda crear el construir una atracción sobre un yacimiento con valor arqueológico, lo cierto es que Jorvik es un museo/exposición que permite disfrutar de aprender sobre la vida de los vikingos hasta a los más jóvenes, y eso siempre es importante, ¿verdad?