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Cómo aguantar largas esperas en estaciones o aeropuertos

octubre 3, 2016 2988 views

Lo peor de mi último viaje a través de Europa por tierra no fue el robo de mi cartera en Milán, o una reacción alérgica que tuve en Varsovia y me duró hasta Riga. Tampoco fue la tendinitis aquílea que en Budapest me hizo pensar que el viaje se acabaría. Lo peor de todo fueron las dos esperas de más de ocho horas que decidí hacer antes de tomar mi tren nocturno de Bratislava a Cracovia y mi bus nocturno de Varsovia a Vilna respectivamente. ¿Hay alguna forma de sobrevivir a una jornada completa sencillamente esperando?

Estación de tren Southampton Central

Da igual el motivo por el que tengas que hacer una larga espera en una estación o aeropuerto: puede que tengas dos conexiones relativamente apartadas pero no lo suficiente para ir a la ciudad, o puede que, como yo, vayas con una mochila de más de 20 kilos con la que no quieres cargar mientras paseas por la ciudad una vez dejado tu alojamiento y tampoco quieres pagar un dinero absurdo por una taquilla.

Evita las largas esperas siempre que puedas

Sin duda el primer consejo a darte es que evites esta situación siempre que puedas. Normalmente el dinero o la falta de otras opciones no nos dejan el lujo de decidir cuánto tiempo esperar, pero si no es tu caso, no te quedes más tiempo del necesario. Dos horas son más que suficientes para facturar, pasar controles y hacer todo sin prisas en un aeropuerto, mientras que en una estación de trenes o de autobuses con una hora te sobra.

Distribuye tu presupuesto durante el tiempo de espera

Una vez dicho esto, si la espera es inevitable, el primer paso es conocer tu presupuesto para esta estancia. Suena extraño, ¿verdad? Pero lo cierto es que en la mayoría de aeropuertos y sobretodo en estaciones de tren o de autobús, los mejores lugares en los que esperar son cafeterías, restaurantes o bares, y en todos ellos tendrás que consumir algo para que no te miren mal (o sencillamente te echen). Si tu presupuesto es cero tendremos que descartar esta opción, pero si te puedes gastar unos cuantos Euros lo mejor es que sepas distribuirlos a lo largo de las horas que vas a estar esperando.

Te doy un ejemplo. Imagina que tienes que esperar en una estación ocho horas, la cafetería más barata te cobra el café con leche a 2.50€ y tu presupuesto es de 10€. Para evitar exceder el tiempo que «adquieres» con tu bebida, lo mejor sería pedir un café cada dos horas. Así no parecerá que estás gorroneando, o al menos tendrás un argumento si te dicen algo. Por supuesto si no quieres una sobredosis de cafeína, puedes cambiar ese café con leche por cualquier cosa que se ajuste al presupuesto cada dos horas.

Hago hincapié en las dos horas porque es el momento en el que, en general, estás comenzando a abusar de la hospitalidad del lugar (aunque en ocasiones esto pasa mucho antes). El momento en el que los camareros ya han recogido tu taza anterior, y quizás te han preguntado por segunda vez si quieres algo más.

Una de las cosas buenas de distribuir este presupuesto es que, en caso de que haya varias cafeterías o bares en la estación -lo cual es habitual- puedes distribuir también tu tiempo entre ellas. Así, en lugar de 9 horas en un sitio puede ser que pases tres horas en tres lugares distintos. Y de paso puedes hacer tu propia clasificación del lugar para futuras visitas.

Cuando tu presupuesto es cero

Si tu presupuesto es cero no te queda más que buscar tu rincón en la estación y «acampar» allí hasta que llegue la preciada hora de partir. Si encuentras un buen lugar no deberías dejarlo salvo que la naturaleza te llame, porque es gratis, y por tanto te lo quitarán.

Sky Court de la Terminal 2 del aeropuerto de Budapest

Dependiendo de la seguridad del local será mejor opción el lugar más transitado o el menos concurrido. No quieres estar en un rincón solitario en una estación de un barrio marginal, pero no hay problema con buscar un lugar oculto en un aeropuerto de una ciudad ultra segura.

Un lugar en el que poder dormir, especialmente cuando las esperas son nocturnas, es el primer premio de la lotería, pero éstos son escasos y tienen mucha competencia. Sobretodo los asientos en los que puede uno tumbarse y descansar.

Mi recomendación, siempre y cuando el personal de seguridad del recinto te lo permita, es encontrar un espacio en el suelo cerca de un enchufe. Porque, especialmente si hay redes con Internet gratuito, un enchufe para cargar tu móvil, portátil o tableta puede cambiarte la vida. Igual te ensucias el trasero de polvo, sí. Pero, estás tratando de sobrevivir a una larga espera en una estación o aeropuerto, no en una recepción con el presidente.

¿Qué hago con todo este tiempo?

Ahora que ya tienes tu improvisada oficina, ya sea en un cómodo sofá de una cafetería o en un trozo del suelo en un pasillo escondido, el último paso para sobrevivir a la espera es saber qué hacer con todo el tiempo que tienes por delante.

Las dos mejores opciones en mi opinión, y casi por este orden (salvo que la compañía sea fantástica), son dormir y charlar con la gente de tu alrededor. ¿Por qué considero dormir la mejor opción? Porque si no estás en un lugar con una historia fascinante y digno de explorar, una estación o aeropuerto no te va a ofrecer mucho, de hecho te ofrecerá menos que el viaje que estás a punto de comenzar. Mejor perderte las «vistas» de un aeropuerto que las del mundo desde el avión, o las de una estación que las del trayecto recorrido en tren.

Charlar con compañeros de viaje, o conocer a extraños, es una segunda opción que fácilmente se puede tornar en número uno. Los motivos son claros, no creo que haga falta entrar en demasiado detalle. Si no sabes qué tiene de bueno conocer a gente mientras viajas, posiblemente no viajas por los mejores motivos.

Una vez agotadas (o descartadas) estas opciones, toca ver qué es lo que tienes a tu disposición y tratar de no aborrecerlo. En mi caso, funciona muy bien hacer ciclos de 30 minutos, para variar un poco, y que la espera desaparezca rápidamente, pero quizás tú eres de los que no pueden dejar un libro una vez empezado o de los que pueden jugar al Candy Crush durante 10 horas sin esfuerzo.

Todos viajamos hoy en día con un teléfono inteligente, tableta, portátil o todos ellos. Libros o un lector de libros electrónico y panfletos del destino son las posibles lecturas. Incluso escuchar música es una opción. ¿Te acuerdas de eso que llevas mucho tiempo queriendo hacer y nunca tienes tiempo de ponerte a ello? ¡Quizás esta espera sea tu salvación!

Sky Court de la Terminal 2 del aeropuerto de Budapest

Ésta es mi pequeña guía para sobrevivir a las tedias esperas en los aeropuertos y estaciones de Europa. Pero quizás tú tienes trucos que yo no me había planteado, así que dispara, no te cortes, ¡que puedes salvarnos la vida!

Tu viaje a Europa comienza en Vivir Europa

Víctor M. Martínez Valero
Estratega de contenidos y consultor SEO, llevo desde 2010 escribiendo sobre viajes en Vivir Europa, mi proyecto de vida. He vivido en Noruega, Hungría, Reino Unido, Bélgica y, desde 2015, Estonia y trato de ofrecer una visión única y detallada de la riqueza cultural europea. Si quieres saber más sobre mí, puedes leerlo en "Acerca de".