El parque de Vigeland en Oslo

Qué ganas tenía de hablarte del Vigeland Park, una de las visitas más satisfactorias de un viaje a Oslo, entre otras cosas porque es gratuita, algo nada sencillo de encontrar en la capital de noruega.

Encargado a principios del siglo XX a Gustav Vigeland, el escultor noruego más famoso de la historia y, junto a Edvard Munch uno de los grandes iconos artísticos de Oslo, el Parque de Vigeland está situado al oeste de la ciudad.

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El Vigeland Park es la zona de las estatuas de un parque mayor llamado Frogner Park, que sin las obras de Vigeland sería «sólo» otro precioso parque en la ciudad, atravesado por un pequeño lago.

Las estatuas están construidas en dos materiales. Las hay de bronce y las hay de granito. A través de un camino repleto de estatuas que cruza mediante un puente el lago del parque llegas a la más famosa de todas las secciones del Vigeland Park, el Monolito. Una columna de cuerpos entrelazados que parece no tener fin. Un espectáculo visual de difícil descripción.

Aunque sea una contrariedad, la palabra que mejor define las estatuas del parque de Vigeland es en mi opinión «movimiento». Me resulta sorprendente cómo el autor fue capaz de representar posiciones y acciones tan retorcidas de forma que visualmente parezcan ofrecer más al espectador de lo realmente presente.

Me encantó visitar el parque en otoño, con el río congelado, como puedes ver en el vídeo, aún a pesar del frío que pasé. Es cierto que en verano o primavera, cuando las flores no estén marchitas, se disfrutará muchísimo de las vistas e incluso se podrá acompañar la visita al parque con un picnic en él. Pero creo que el frío y la falta de luz del otoño concuerda mejor con la sensación que ofrecen las estatuas al visitante.

Eso sí, abrígate bien, porque el paseo que, como ves en el vídeo, es de unos 10 minutos aproximadamente, se hace algo duro cuando la temperatura baja de los cero grados.

Vigeland Park es una de las atracciones de Oslo por un sencillo motivo: mezcla la belleza de la naturaleza del país escandinavo con un arte impactante. Algo que seguramente solo se puede conseguir en un lugar tan bello como Oslo.

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