Este artículo pertenece a la guía de Winchester de Vivir Europa.
Da igual dónde estés, en cualquier lugar de Europa, y del mundo, la exclusividad se paga. El poder tomar una cerveza en un bar con un diseño particular, bailar en una discoteca con los mejores DJs o comer una reinvención de algún plato de la gastronomía típica de un país son pequeños caprichos que merecen la pena durante unas vacaciones o incluso en tu propio hogar, pero tendrás que rascarte el bolsillo más de la cuenta para hacerlo. Aún así, muchas veces merece la pena hacer algo cotidiano en un lugar especial, y el lugar especial del que hoy te hablo es The Corner House en Winchester.
Que este lugar es peculiar es algo que se siente desde que te acercas al edificio que, en una esquina muy cerca del centro de la ciudad, en el cruce entre North Walls y Parchment Street, resalta por el suave color té verde de sus paredes, el limón de sus carteles y el negro de los marcos de sus ventanas y demás detalles.
Su interior, cuya decoración es descrita como victoriana neo-moderna le da una sensación de opulencia que contrasta con lo ténue de su iluminación. Está claro que es un lugar con mucha clase, pero está formado con retales de todo tipo, como si un aristócrata hubiese tratado de hacer una versión burguesa del Szimpla de Budapest.
Desde 2009, The Corner House trata de darle una vuelta de tuerca a la cocina inglesa más tradicional. Sí, uno más de estos restaurantes de vanguardia que se dedican a reinventar la rueda, pero que a golpe de buenos platos logra, al parecer, sobreponerse a ese riesgo que corren aquellos que por querer innovar terminan siendo mediocres.
Y digo al parecer porque en mi visita al lugar anduve en menesteres más lúdicos y líquidos, disfrutando más de la faceta de bar o cafetería que de la de restaurante, e hincando el diente tan solo a una, deliciosa eso sí, tarta de zanahoria.
De entre la más que interesante oferta de cervezas, especialmente ales, me decanté, aconsejado por dos CouchSurfers, por una Spitfire y una Badger Fursty Ferret. Geniales, aunque me decantaría por la primera si tuviese que repetir (y espero hacerlo).
Los dueños de The Corner House seguramente no estarían de acuerdo conmigo, pero más que como restaurante, me gusta este lugar como un punto de reunión casual, distendido, como puedan ser los cursos de idiomas y el club del libro del local. Si nos apetece menear el bigote, nos pedimos un plato de la (award winning) selección de quesos ingleses: barkham blue, lyburn garlic & nettle, somerset brie, smoked applewood y Winchester mature; acompañados de olivas marinadas, tomates secos, pepiniños y pan fresco, además de un aliño mediterráneo a base de aceite de oliva y vinagre balsámico. Todo por un módico precio de £6.95, ideal para compartir.
Pero no llegaría más allá, seguramente porque las £19.50 de la cena con dos platos (principal más entrante/postre) y las £24.00 del menú de cena con entrante, plato principal y postre se me hacen demasiado al no tener bebida alguna incluida.
En la lista de pendientes me queda el desayuno de The Corner House, y en especial sus huevos Benedict, los mejores de la ciudad, dicen, por £7.95 o £5.95 si te basta con la mitad (un solo huevo). Eso sí, cuando vaya a probarlos me armaré de paciencia pues la espera puede llegar a alcanzar los 45 minutos durante el fin de semana debido a que no utilizan ni microondas ni freidoras para preparar ninguno de sus platos.
Si te encuentras de visita por Winchester y tienes ganas de disfrutar de un lugar especial, ya sea para un café, una cerveza o toda una cena ya sabes que tienes una muy buena opción en The Corner House. ¿Conoces otros lugares similares?
