Este artículo pertenece a la guía de Winchester de Vivir Europa.
Levantarse temprano un domingo por la mañana tras una semana de trabajo y un fin de semana de fiesta puede ser muy difícil, en ocasiones lo podrías considerar un sacrilegio, pero muchas veces conlleva recompensas que superan con creces el sacrificio. Un ejemplo de esto es el Winchester Farmers’ Market, el mercado de granjeros de Winchester y el más grande del Reino Unido que tuve la suerte de conocer gracias a la invitación de Visit Winchester.
Organizado por una asociación llamada Hampshire Farmer’s Markets, este mercado se realiza todos los sábados y domingos, cambiando su emplazamiento en cada ocasión, pero es al llegar a Winchester, el segundo y último domingo de cada mes, cuando sus hasta 90 puestos distintos lo convierten, de 9:00 a 14:00 en la mayor concentración de producto local y natural que podéis ver en las islas Británicas.
El mercado se monta a escasos metros de la High Street de Winchester. Sus puestos se reparten entre Middle Brook St y el parking adjunto, y ofrecen una variada cantidad de productos en los que cada puesto tiene su especialidad: hay zumos, cervezas, vinos, panes, quesos, huevos, pescados y carnes, vegetales y frutas, setas, tartas, chocolates y dulces de todos los tipos, pasteles de carne, conservas, salsas y mermeladas, productos artesanos y decorativos.
Y todo esto bajo una premisa esencial. El producto tiene que ser local, y para eso la sociedad organizadora exige que al menos un 35% de los productos a la venta, y de los materiales usados para elaborar esos productos procedan de Hampshire y un área de 10 millas alrededor del condado. Así las posibilidades de encontrarse con productos que han perdido su frescura debido a grandes desplazamientos son nulas.
En el Winchester Farmers’ Market cada puesto es una historia, una familia y un sueño. No hay comerciales que valgan tampoco, porque otro de los requisitos para participar en el mercado es que las personas en los puestos tienen que estar involucradas en el proceso de producción de los mismos, a ser posible de forma completa.
Por eso el ambiente en el mercado es fantástico, por eso en todos sus puestos se nota el cuidado y cariño que se tiene por aquello que se está vendiendo, como si el ganar dinero fuese secundario, como si fuese sencillamente una forma de poder seguir haciendo lo que ellos disfrutan. Así el trato es excelente y la sensación de satisfacción también.
Podría parecer en un principio que los precios del Winchester Farmers’ Market son demasiado altos. Y en términos absolutos desde luego que son mayores a los de un supermercado, pero el motivo no es que estés pagando a intermediarios, pues compras directamente a la fuente del producto. Se paga más porque estás pagando calidad, ni más ni menos.
Pagas por deliciosos productos cuya historia puedes conocer, nada de química y proveniencia desconocida. De hecho los vendedores, si les preguntas, te contarán la vida del producto con el entusiasmo de un padre hablando de la infancia de su hijo.
Si el día sale bueno, para acabar de redondear la experiencia, te recomiendo hacerte con una selección de estos productos, una manta o sábana, y tumbarse sobre el césped alrededor de la Catedral de Winchester a disfrutar lentamente de los manjares adquiridos. Un poco de queso por aquí, un poco de pan por allá, todo digerido gracias a los zumos, cervezas, sidras o vinos del mercado y de postre algo de fruta o un delicioso pastel. ¿Qué más necesitas?
