Este artículo pertenece a la guía de Brighton de Vivir Europa.
De entre las señas de identidad del Reino Unido, hay una de especial belleza evidentemente asociada al mar y de características irrepetibles en las costas mediterráneas. Muestras únicas de arquitectura victoriana, época más próspera que el Reino Unido conoció jamás, convertidas en lugares de ocio con sabor añejo que recuerda tiempos mejores. Estoy hablando de los muelles, y muy en especial del Brighton Pier, el muelle más famoso del Reino Unido.
Ni tan siquiera una obra maestra como el Royal Pavilion, residencia real con notas de la India, supera al Brighton Marine Palace and Pier -nombre original de esta construcción- en relevancia y exposición cuando se habla de Brighton. Es la imagen de postal más vendida, y yo, como amante del mar, no pude más que entregarme a él.
Construido entre 1891 y 1899, es conocido hoy en día como Brighton Pier en cierto modo porque es ya el único muelle de la ciudad tras la desaparición entre 2002 y 2003 del West Pier, un muelle que se derrumbó parcialmente primero y sufrió un incendio más que sospechoso tres meses después.
Es sorprendente que más de 100 años después de su apertura, el muelle de Brighton sigue estéticamente siendo muy fiel a su imagen inicial. Sus kioscos, por ejemplo, no han dejado de funcionar, aunque imagino que en el siglo XIX no se vendían fideos tailandeses o currys. Además su parque de atracciones, aunque con elementos nuevos, tiene un claro aire vintage.
No todo se ha conservado, como era de esperar, y mientras que antaño había un teatro que funcionó desde 1911 hasta 1973, ahora el tipo de ocio es muy distinto entre el parque de atracciones y las dos salas de máquinas recreativas -Palace of Fun y The Dome- en el centro de la estructura.
Las máquinas recreativas quizás no sean la mejor opción para esta estructura victoriana, pero aún así no ha perdido su encanto exterior y desde luego el ambiente creado sería difícilmente repetible mediante otras atracciones más intelectuales.
Además de los kioscos de los que ya he hablado, en los que puedes encontrar todo tipo de comida, y dulces: perritos calientes, fish and chips, fideos, donuts, algodón de azúcar y un largo etcétera; tienes tres bares y un restaurante para tomar un bocado sentado y cobijado, especialmente recomendable en los días de frío invierno.
De hecho dicen que el Palm Court Restaurant, que fue reformado no hace demasiado tiempo, es de los mejores de la zona y su clásico plato de pescado con patatas fritas atrae a mucha gente a diario.
Por ambiente, por belleza y por la oferta de ocio de que dispones el Brighton Pier ha conseguido convertirse en la atracción más visitada de Brighton y teniendo acceso gratuito y abrir prácticamente todos los días del año con un horario bastante amplio en verano se me ocurren pocos lugares mejores en los que disfrutar de la costa inglesa.
Si un paseo por la playa ya merece la pena vayas donde vayas, el muelle de Brighton en este caso añade la posibilidad de tener un parque de atracciones pequeño y coqueto sobre el propio mar, con muchísimos tipos de comida y perfecto para toda la familia. ¡No te lo pierdas!