Estoy convencido de que la ciudad de Bolonia no había estado en la mente de ningún viajero de España hasta que su aeropuerto comenzó vuelos directos con España gracias a Ryanair. ¡Y menos mal que lo hizo! Bolonia no solo es una ciudad preciosa, con gran historia y cultura, sino que quizás es la ciudad de Italia donde mejor se come. Ahí queda eso.
Así que con ganas de desentumecer algo mi italiano, y de
disfrutar de la Emilia-Romagna, me embarqué a Bolonia
sin saber
demasiado de ella, todo sea dicho. Apenas había leído que Bolonia
mantenía en el centro de su ciudad aún unas 20 de las alrededor de 100
torres que tuvo la ciudad en los siglos XII y XIII.
Además este viaje a Bolonia sirvió para vivir mi primera
experiencia como huésped en CouchSurfing.
Una comunidad de la que os
hablaré en un futuro artículo, y de la que vengo disfrutando
aproximadamente medio año, hospedando a gente y conociendo nuevas
culturas y encantadoras personas incluso sin salir de casa.
Al dar mi primer paseo por Bolonia vi una ciudad bonita, una
ciudad en tonos naranjas, amarillos y sobretodo rojos. Parece que a los
pintores y arquitectos de la ciudad se les ha vetado usar cualquier
otro color a la hora de decorar las fachadas. Esto se da hasta el punto
de que a Bolonia se le llama “la rossa” (la roja),
aunque hay quien
dice que es más por sus tendencias políticas que por sus fachadas.
La arquitectura de Bolonia no solo destaca por sus colores,
sino también por el casi exagerado uso de pórticos. Jamás vi una ciudad
con tantos pórticos como Bolonia. Incluso más allá de su centro
histórico. De hecho, Bolonia tiene el pórtico más largo del mundo, que
va de la Piazza di Porta Saragozza a la Basilica
di San Luca, con 666
arcos (ni uno más ni uno menos) y más de tres kilómetros y medio de
longitud.
Es una lástima que con una arquitectura tan bonita y tan
presente, otra de las cosas que más destaca de Bolonia sea lo sucia que
está la ciudad. Los colores de la misma tienen una capa de humo y polvo
tremenda, incrustada de manera inevitable a ellos, y que te dan una
sensación de suciedad como pocas veces he tenido. Las calles no están
particularmente mal para una ciudad de un
país del sur de Europa, pero los edificios parecen no haber sido nunca
restaurados o al menos limpiados.
Bolonia es una ciudad universitaria, además una ciudad
universitaria curiosa, pues los edificios de la misma están situados en
el mismo centro de la ciudad. En Bolonia no ha sucedido como en otras
ciudades (Valencia, por ejemplo) en las que se han trasladado las
universidades al extrarradio una vez éstas han ido creciendo.
Gracias seguramente a su vida universitaria, Bolonia destaca
por la gran cantidad de librerías que hay por toda la ciudad. Además
suelen ser todas librerías privadas, no hay franquicias, o al menos yo
no las ví.
Como toda buena ciudad italiana, la cultura en Bolonia tiene
gran presencia, y son muchos los museos gratuitos en los que poder
pasar mañanas o tardes enteras, desde museos arqueológicos hasta museos
de música, todos ellos sin estar demasiado frecuentados, lo cual los
hace más atractivos si cabe.
Y me dejé lo mejor para el final. Bolonia, según muchos, es la
ciudad de Italia donde mejor se come. Imaginaos eso lo que puede
significar, como si se comiese mal en el resto de Italia. Lo cierto es
que tras probar sus tagliatelle al ragù, sus crescentine
y sus
tagliolini ai funghi porcini, además de la mortadella,
el parmigiano
reggiano
y el aceto di Mòdena (aunque estos
dos últimos sean de la
provincia más que de la ciudad), ¡yo opino lo mismo!
Teniendo el aeropuerto de Bolonia a solo 8 kilómetros (10€ en
autobús ida y vuelta) de la ciudad, y vuelos desde Zaragoza, Gerona,
Valencia, Alicante, Granada, Madrid, Sevilla, Tenerife, Lanzarote e
Ibiza con Ryanair, es casi pecado perderse esta curiosa
ciudad del
norte de Italia.
Tour Gastronómico por Bolonia
Bolonia es la ciudad de toda Europa donde mejor he comido. Tiene todo lo mejor de Italia y el añadido de ser la capital de la región de la Emilia Romagna, donde los embutidos, el vinagre de Módena, el ragú boloñés, son delicias absolutas.
Prueba algunos de los mejores productos locales con un tour gastronómico fantástico que te recomiendo encarecidamente. Durante dos horas, un guía en español te llevará a degustar mortadela, queso, encurtidos y todo maridado con una buena copa de vino. Puedes reservar a través del siguiente botón. ¡No te la pierdas!