Avo Hotel, una bienvenida a Londres muy chic

Elegir un hotel en Londres, menudo dilema ¿verdad? Teniendo en cuenta que solo en Booking hay 1175 hoteles distintos en Londres ¿cómo eliges uno bueno, con un fantástico servicio y a un precio razonable? Pues bien, si lo que buscas es un pequeño hotel boutique, con muy pocas habitaciones, un trato familiar, precios nada elitistas y en una zona de moda de Londres, elijo yo por ti: el Avo Hotel de Dalston.

En el Avo Hotel me comentan que Avo significa bienvenido en muchos idiomas asiáticos, y que ése es justo su objetivo, darte la más cálida de las bienvenidas a su hotel y a la ciudad de Londres si estás de visita. Y vaya si lo consiguen. Además en Dalston que, con el permiso de Shoreditch es el distrito más de moda del municipio de Hackney, otrora famoso por la violencia de algunos de sus distritos y desde hace una década cuna de algunos de los movimientos artísticos más interesantes de la ciudad.

En el mismo lugar en el que hubo antes una tienda o una oficina de correos una familia de origen indio se decidió a abrir el Avo Hotel hace tan solo tres años. Inicialmente eran solo ellos los encargados de todo, desde la recepción hasta la limpieza, pasando por el marketing y el mantenimiento. Padre, madre, hija, hijo y yerno trabajaron codo con codo y todavía hoy lo siguen haciendo, aunque con la ayuda de Jayshree en la recepción y Yasumi en las redes sociales.

Y es que el aspecto social y cercano se ha trabajado mucho en el Avo Hotel, mucho y bien. No hay más que entrar a alguna de sus seis habitaciones -dos dobles, dos con cama de matrimonio king size, una king size con cama extra y por último un apartamento con cocina y salón- y pegar un vistazo al cuaderno de información sobre el hotel y su funcionamiento. Este libreto tan anodino en la mayoría de hoteles es una fuente de información útil y divertida en el Avo Hotel.

Sus habitaciones tienen un diseño moderno y cómodo, sin nada que envidiar a muchos hoteles de la ciudad con precios bastante más altos. El gusto por el detalle se nota a cada paso, en cada rincón. Productos orgánicos y de comercio justo siempre que ha sido posible, colchones de espuma viscoelástica para asegurar tu descanso, Internet gratuito, DVDs a tu disposición para poder llevar a la habitación y ver alguna película en la cama, y una sección de tés, cafés y chocolates envidiable con dos botellas de aluminio llenas de agua a tu disposición.

Si te gustan las botellas, o cualquier otra cosa del hotel, solo tienes que hablar con Jayshree, o quien quiera que esté en la recepción en ése momento, y podrás adquirirlo a un precio razonable.

Los baños no se quedan atrás en el Avo Hotel. De negros azulejos y accesorios cromados son muy modernos y funcionales. Cómodos y lo suficientemente amplios para que te sientas como en casa, pues siempre queda presente esta premisa.

En la planta baja, a la entrada del hotel, se sirven los desayunos entre las 8 y las 10 de la mañana. Además, por las tardes de martes a sábado el lugar funciona como una enoteca. Si acudes, como fue mi caso, justo de domingo a lunes no te preocupes, también puedes comprar vinos entonces.

Lugares como el Avo Hotel muestran la importancia del trato personalizado y el gusto por los pequeños detalles en una ciudad en la que la competencia en el sector hotelero es voraz. Si no puedes competir con las grandes cadenas hoteleras en dinero, número de habitaciones o incluso precios, ¿por qué no hacerlo con la calidad del servicio y del establecimiento?