Este artículo pertenece a la guía de Gante de Vivir Europa.
Si alguien me preguntase: «¿merece la pena pasar más de un día en Gante?» necesitaría seguramente días para recuperar la compostura en mi cara. Pocas veces podría responder con un sí más rotundo. Esta ciudad lo tiene todo para disfrutarla día tras día durante un buen tiempo, pero ahora te voy a hablar de «el motivo» en negrita, para pasar al menos una noche: ver la noche caer sobre Gante.
Hay ciudades que parecen hechas para el atardecer. Ciudades en las que los fotógrafos llorarían si se les pasase la hora azul. Gante es una de ellas, y el ayuntamiento de la ciudad además se ha encargado de acentuar este factor con un plan de iluminado especial que dura hasta la medianoche cada día.
La Gante iluminada tiene hasta su propia ruta, cuyo panfleto puedes encontrar en la oficina de turismo de la ciudad. Y aunque esta ruta es completísima, déjame que te resuma en unos breves puntos el porqué tienes que ver cómo anochece en Gante.
Disfrutar de las Tres Torres
En pocos momentos resulta tan arrebatadora la estampa de las tres torres de Gante como al atardecer. Las luces se ilumina, el sonido de campanas replicando te hipnotiza e inclinas tu cuello hasta que duele. Llegarás a jugar una versión muy particular del pollito inglés en la que cada pocos pasos te girarás para asegurarte de que no ha cambiado demasiado la estampa, de que no te estás perdiendo nada.
El romanticismo del Puente de San Miguel
Si el puente sobre el río Lys es siempre romántico, al anochecer se vuelve el lugar ideal para sellar tu amor para siempre. Olvídate de usar el candado en el dormitorio de tu hostal y une para siempre el amor que sientes por tu pareja con el recuerdo de la noche postrándose sobre las orillas de Korenlei y Graslei. Ni el mejor de los regalos de San Valentín se puede comparar a esto.
Luces y sombras sobre el agua
La fama de la iluminación de los canales de Brujas durante la noche es mundial, pero su hermana Gante no tiene nada que envidiarle. El juego de las luces y el movimiento del agua en los ríos Lys y Escalda son otro de los regalos que te ofrece un atardecer en Gante. No te preocupes si llueve, un buen paraguas o chubasquero y la experiencia será aún mejor.
Las calles vacías e iluminadas
Aunque Gante no tiene una concurrencia tan sofocante como Brujas, hay muchos visitantes, pero al llegar la noche, entre los que se van y los que se retiran cansados a sus hoteles tras haber realizado una cata de cerveza belga, hacen que las calles más comerciales se vuelvan fantasmas con bellos juegos de luces. No tengas miedo, estás en una ciudad muy segura, casi en un sueño. Disfruta de él.
Edificios vestidos de gala
Igual que un vestido de gala gana por la noche, muchos de los edificios más importantes de Gante portan iluminaciones que realzan sus facciones como el mejor de los maquillajes. No seas tonto y préstales la debida atención pues si se han arreglado tanto ha sido para ti.
¿Has pasado una noche en Gante? ¿Qué es lo que más te gustó de ella? ¿Algún secreto sobre el atardecer en Gante que no puedas guardar por más tiempo? ¡Te espero en los comentarios!