Este artículo pertenece a la guía de Gante de Vivir Europa.
Reza el lema de la oficina de turismo de Gante que la ciudad es «demasiado para una sola noche«, y aunque mi experiencia con ellos no haya sido satisfactoria, tengo que reconocer que razón no les falta. Es una pena que en la vida el tiempo libre esté tan restringido. Que uno tenga que apretar todos sus deseos, estrujarlos y condensarlos en un número muy limitado de días, porque resulta en barbaridades como dedicar una semana a visitar Bélgica y Holanda, por ejemplo.
Pero mientras, entre todos, tratamos de encontrar la fórmula que nos permita trabajar un mes al año para viajar once (y no a la inversa), es siempre esencial tener una pequeña idea de lo que es imprescindible conocer de una ciudad. Ya sabes que siempre digo que para ser un vividor hay que comenzar por ser un turista. Si visitas Gante por primera vez, éstas son las seis atracciones imprescindibles y el porqué de esta afirmación.
Castillo de los Condes de Gante
Aunque todos hayamos soñado desde niños el vivir en un lugar como el castillo medieval del centro de Gante, lo cierto es que los Condes de Gante acabaron en el siglo XIV bastante cansados de la oscuridad y humedad de este lugar y decidieron mudarse a un palacete más acorde con su riqueza en el cercano barrio de Prinsenhof, donde Carlos I de España y V de Alemania nacería en 1500.
Afortunadamente cuando llegó el momento de prepararse para la Exposición Universal de 1913 se decidió que un castillo medieval podía ser un gran atractivo turístico. Así que se restauró, se le añadieron unas torrecitas y almenas por aquí y por allá y se abrió al público.
Hoy en día es imprescindible su visita por dos motivos: si tienes hijos porque el verlos, como locos, correr de un rincón a otro como auténticos caballeros y reyes medievales será uno de los momentos más bellos de tu viaje a Gante; si no los tienes, porque la exhibición de armas y elementos de tortura que hay dentro del castillo saciará tu morbo por un buen tiempo.
Catedral de San Bavón
Gante tiene el sobrenombre de «La Ciudad de las Tres Torres» y la torre de la Sint-Baafskathedraal (Catedral de San Bavón), que estaba en obras durante mi primera visita y que espero poder ver en todo su esplendor antes de dejar Bélgica, es una de estas tres.
El motivo que todo el mundo te dará para nombrar la Catedral de San Bavón como un imprescindible de Gante es sin duda el poder contemplar La Adoración del Cordero Místico, un políptico realizado por Hubert y Jan van Eyck en el siglo XV que es por muchos considerada la mejor obra de la pintura medieval.
Yo añadiría el sorprendente uso del mármol en la catedral, especialmente en las columnas decorativas, y el anciano que toca el arpa en una de las capillas traseras de la catedral. Ah, siento no tener fotos, pero es que están prohibidas -lo cual no significa que en la mayoría de blogs sobre Gante que no son éste no puedas encontrarlas.
Gruut Gentse Stadsbrouwerij
Al viajar a Bélgica deberías ir concienciado de que la cerveza belga va a ser protagonista día sí y día también. Da igual que no te guste, pues las cervezas afrutadas apenas tienen sabor a cerveza. En Gante, el lugar más especial para tomar una cerveza no es exactamente un bar, sino una fábrica de cerveza.
Gruut es el término que se usa para referirse a una mezcla de especias que se usa como estabilizador y saborizante de la cerveza en lugar del lúpulo habitual. Resulta algo complicado conseguir una de las cinco cervezas de Gruut fuera de Gante y qué mejor que tomarla justo al lado del lugar en el que se hace. Si todavía no tienes claro cómo se produce la cerveza, puedes aprovechar y hacer la visita guiada, cata incluida, y matar dos pájaros de un tiro. Son muchas las catas de cerveza belga de la ciudad.
La Calle de los Graffiti, Werregarenstraat
En una ciudad en la que el arte callejero ha dado grandes nombres y obras, no es de extrañar que los grafiteros tengan una calle dedicada a su arte en la que es perfectamente legal hacer uso de los aerosoles a cualquier hora del día.
Werregarenstraat se encuentra junto a una de las calles comerciales más transitadas del centro de Gante, Hoogpoort. Ten en cuenta que las obras en esa calle no suelen durar mucho más de unas horas, un par de días como máximo, así que si ves algo que te gusta captúralo ya, cuando vuelvas podría haber desaparecido para siempre.
Puente de San Miguel
Uno de los puentes que cruza el río Lys en el casco histórico de Gante es el Sint-Michielsbrug (Puente de San Miguel). Aunque este puente de piedra y en especial sus motivos decorativos son de gran belleza, no es el puente en sí el que lo hace una visita imprescindible en Gante.
Al contrario, son las vistas desde el puente lo que maravillan a visitantes y a locales por igual. Si miras hacia el norte verás las dos orillas del río Lys, Korenlei y Graslei, en su tramo más bello, y al fondo el Castillo de los Condes de Gante. Si miras hacia el sur, ¡anda! Pues no tengo ni idea de lo que se ve.
Vooruit
Un centro de arte que cualquier ciudad envidiaría en un edificio de principios del siglo XX. Buena parte de la vida cultural de Gante gira entorno a este lugar, con exposiciones y coloquios diarios además de uno de los cafés más concurridos de la ciudad.
Dicen que si no has pasado al menos una tarde discutiendo sobre el significado de la vida y el valor del ser humano en la cafetería del Vooruit, no conoces Gante. Y no te vas a ir de Gante sin conocerla, ¿verdad?
Como ves mi listado de seis imprescindibles es bastante heterogéneo y quizás no se ciñe a aquello que has leído en otros lugares, pero sí que estoy seguro de que son los seis que más se ajustan a la filosofía de Vivir Europa: conocer un lugar como lo viven los locales desde el primer momento y con la mayor intensidad posible. Y no te preocupes, que tengo mucho más que contarte.