Bruselas

Palacio Real de Bruselas y su sala de los escarabajos

Publicado: septiembre 13, 2019 · Actualizado: enero 23, 2024 7620 views
Palacio Real de Bruselas, Bélgica.

El verano aún es la época de vacaciones para muchas personas. También para los reyes, que pausan sus tareas diplomáticas por unas semanas. Así, con el calor sofocando Europa, los monarcas abandonan sus viviendas habituales para retirarse a sus lugares de veraneo. Entonces podemos visitar sus suntuosos hogares. Aunque el Palacio Real de Bruselas no es la residencia oficial del rey de Bélgica, sí que es la sede de sus oficinas, y por eso en verano abre sus puertas al visitante de Bruselas.

El 21 de julio, día nacional de Bélgica en el que se conmemora el aniversario de la jura de la constitución de Leopoldo I, primer rey del país, comienza también la temporada de visitas en el Palacio Real de Bruselas, que suele acabar el primer domingo del mes de septiembre. Entonces, de forma gratuita, cualquier persona que se encuentre en Bruselas, puede visitar este palacio, cuya construcción se inició antes de que Bélgica como país existiese. Además, podrás ver una de las salas más extrañas que jamás vi en un palacio.

Fachada del Palacio Real con jardines ornamentales en un día soleado, Bruselas, Bélgica.
Fachada del Palacio Real con jardines ornamentales en un día soleado, Bruselas, Bélgica.

Construcción del Palacio Real de Bruselas

Fue a finales del siglo XVIII cuando comenzaron las obras de este palacio, que no mostraría su aspecto actual hasta principios del siglo XX, cuando el rey Leopoldo II aprovechó el dinero obtenido de la explotación del marfil y el caucho en el (entonces llamado) Estado Libre del Congo para hacer un lavado de cara a media capital belga.

Vista frontal del Palacio Real con verja dorada y turistas en Bruselas, Bélgica.
Vista frontal del Palacio Real con verja dorada y turistas en Bruselas, Bélgica.

Hoy en día son los elementos añadidos durante el reinado de Leopoldo II los que más destacan en la fachada de este edificio en estilo neoclásico, los tejados, el frontón esculpido que se posa sobre las columnas de la entrada principal y el jardín que separa al edificio de la calle. Pero lo que más me sorprendió fue, sin duda, la falta de banderas en el edificio oficial de la monarquía de un país en el que el rojo, amarillo y negro decoran los rincones más insospechados.
nteriores opulentos con columnas y arcos del Palacio Real de Bruselas, Bélgica.
nteriores opulentos con columnas y arcos del Palacio Real de Bruselas, Bélgica.

Interior del Palacio Real de Bruselas

Una vez pasado el recibidor del Palacio Real de Bruselas comienzan las muestras de lujo con la Gran Escalinata. Diseñada también para Leopoldo II, sus escaleras de mármol blanco con balaustrada de mármol verde, columnas de piedra y la diosa Minerva presidiendo el lugar te dan la bienvenida.

Estatua de la diosa Minerva junto a la Gran Escalinata en el Palacio Real de Bruselas, Bélgica.
Estatua de la diosa Minerva junto a la Gran Escalinata en el Palacio Real de Bruselas, Bélgica.

Dejando la Gran Escalinata atrás comienza un paseo claramente marcado a lo largo de las distintas habitaciones del Palacio Real de Bruselas. En cada una de ellas, todos los elementos decorativos están perfectamente seleccionados y muestran la riqueza de una familia real que especialmente creció a principios del siglo XX, antes de que las grandes guerras desolasen el país.
Sala de recepciones del Palacio Real con candelabros, espejo ornamentado y cortinas rojas, Bruselas, Bélgica.
Sala de recepciones del Palacio Real con candelabros, espejo ornamentado y cortinas rojas, Bruselas, Bélgica.

Interior lujoso del Palacio Real con candelabros de cristal y columnas doradas, Bruselas, Bélgica.
Interior lujoso del Palacio Real con candelabros de cristal y columnas doradas, Bruselas, Bélgica.

Elegante sala de música con piano de cola, candelabro de cristal y retratos en el Palacio Real, Bruselas.
Elegante sala de música con piano de cola, candelabro de cristal y retratos en el Palacio Real, Bruselas.

Casi cada pieza de mobiliario ha pertenecido a alguna familia real y fue regalada a la monarquía belga durante los últimos 150 años. Hay tapetes españoles de dibujos de Goya, habitaciones enteras regaladas por reyes, salas de instrumentos, vasijas exóticas, lámparas de araña inverosímiles y, entre toda esta muestra de posesiones, algunas piezas informativas sobre la nobleza belga.
Candelabro de cristal detallado colgando del techo ornamentado del Palacio Real, Bruselas.
Candelabro de cristal detallado colgando del techo ornamentado del Palacio Real, Bruselas.

Candelabros dorados sobre una chimenea con esculturas y pinturas en el Palacio Real de Bruselas.
Candelabros dorados sobre una chimenea con esculturas y pinturas en el Palacio Real de Bruselas.

Jarrones ornamentales azules y dorados con motivos paisajísticos en el Palacio Real de Bruselas.
Jarrones ornamentales azules y dorados con motivos paisajísticos en el Palacio Real de Bruselas.

Salas mayores del Palacio

Son las últimas salas de la visita las que conllevan los momentos más interesantes de una jornada en el Palacio Real de Bruselas. Por un lado la exposición sobre el impacto de la monarquía en las dos Guerras Mundiales y por otro la grandeza de los elementos de las salas más grandes, destacando los frescos del Gran Salón, te preparan para el clímax.

Múltiples candelabros de cristal iluminando el techo decorado del Palacio Real de Bruselas.
Múltiples candelabros de cristal iluminando el techo decorado del Palacio Real de Bruselas.

Techo dorado con detalles de relieve y retratos de Anton van Dyck y Peter Paul Rubens en el Palacio Real, Bruselas.
Techo dorado con detalles de relieve y retratos de Anton van Dyck y Peter Paul Rubens en el Palacio Real, Bruselas.

Frescos en el techo con figuras alegóricas y marcos dorados en el Palacio Real de Bruselas.
Frescos en el techo con figuras alegóricas y marcos dorados en el Palacio Real de Bruselas.

Habitación de los Espejos del Palacio de Bruselas

Un clímax que llega en la Habitación de los Espejos del palacio, y no precisamente por los elementos que dan nombre a la sala, sino por los bupréstidos tailandeses, un tipo de escarabajos. Desde que en el año 2002 el artista Jan Fabre decoró una de las lámparas de araña y parte del techo con el caparazón de más de un millón de estos insectos, su intenso color esmeralda se ha convertido en la mayor atracción del Palacio Real de Bruselas.

Candelabro de bronce en la Sala de los Espejos con techo de bupréstidos verdes, Palacio Real de Bruselas.
Candelabro de bronce en la Sala de los Espejos con techo de bupréstidos verdes, Palacio Real de Bruselas.

Detalle de candelabro y techo con bupréstidos en la Sala de los Espejos, Palacio Real de Bruselas.
Detalle de candelabro y techo con bupréstidos en la Sala de los Espejos, Palacio Real de Bruselas.

Todo esto gracias a la particular forma en la que todas las capas que componen los caparazones reflejan la luz, una maravilla de la naturaleza que te hará olvidar la extraña sensación inicial de saber que hay millones de bichos sobre tu cabeza. O al menos sus alas.
Techo de la Sala de los Espejos del Palacio Real de Bruselas cubierto de bupréstidos verdes tailandeses.
Techo de la Sala de los Espejos del Palacio Real de Bruselas cubierto de bupréstidos verdes tailandeses.

Candelabro escultórico de bupréstidos en la Sala de los Espejos, Palacio Real de Bruselas.
Candelabro escultórico de bupréstidos en la Sala de los Espejos, Palacio Real de Bruselas.

Datos de contacto del Palacio Real de Bruselas

En el siguiente cuadro tienes la información más relevante sobre el Palacio Real de Bruselas, para que prepares tu visita.

Qué ver cerca del Palacio Real de Bruselas

La estación central de tren de Bruselas se encuentra a menos de diez minutos andando del Palacio Real y es el punto de partida de mi ruta por el centro de Bruselas.

Además, el palacio está a un kilómetro de la Grand Place, el centro de la ciudad y punto de inicio del free tour, visita guiada gratis por los lugares imprescindibles del centro de Bruselas (reserva a través de este enlace). Otras visitas guiadas gratuitas que comienzan en la Grand Place son el free tour de los barrios alternativos (reserva aquí) y el de misterios y leyendas (reserva aquí).

También hay tours de pago que comienzan en la Grand Place, como el tour del modernismo (art nouveau) por 15.00€ en este enlace, el de los murales del cómic por 12.00€ en este enlace, el tour gastronómico por Bruselas por 45.00€ pulsando aquí, el del chocolate por 25.00€ en este enlace y finalmente el tour de la cerveza belga por 24.50€ reservando a través de este enlace.

Entre el Palacio Real y la Grand Place puedes encontrar muchos de los museos de Bruselas más importantes y si tienes la suerte de visitarlos el día adecuado podrás incluso tener entrada gratis.

Finalmente, no muy lejos de la Grand Place están las Galerías Reales Saint-Hubert, un lugar comercial de ensueño, y el Manneken Pis, la estatua del niño orinando que ha terminado por representar a la ciudad.


La visita al Palacio Real de Bruselas no es un motivo suficiente para posponer hasta el verano tu viaje a la capital de Bélgica, pero sí una visita gratuita curiosa, especialmente si tienes la suerte de que el día sale tan bueno que el calor te impide poder pasear por la ciudad en las horas de más calor.

Víctor M. Martínez Valero
Estratega de contenidos y consultor SEO, llevo desde 2010 escribiendo sobre viajes en Vivir Europa, mi proyecto de vida. He vivido en Noruega, Hungría, Reino Unido, Bélgica y, desde 2015, Estonia y trato de ofrecer una visión única y detallada de la riqueza cultural europea. Si quieres saber más sobre mí, puedes leerlo en "Acerca de".

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