Toulouse

Convento de los Jacobinos de Toulouse

Publicado: julio 6, 2015 · Actualizado: diciembre 9, 2023 4530 views
Convento de los Jacobinos, Toulouse, Francia.Convento de los Jacobinos, Toulouse, Francia.

Una de las visitas culturales y turísticas imprescindibles de Toulouse, que además sirve para entender el pasado fuertemente arraigado a peregrinajes y religión de la capital de la región de Mediodía-Pirineos, es el Convento de los Jacobinos de Toulouse, situado en pleno centro de la ciudad.


El Conjunto Conventual de los Jacobinos de Toulouse fue construido hace ocho siglos como un convento dominicano cuyo levantamiento empezó en 1229 por orden del propio fundador de la Orden de los Predicadores, Domingo de Guzmán. Entonces también hacía función de aula de la recientemente creada Universidad de Toulouse, motivo por el que aún marcan sus campanas las horas de las cátedras.

Relicario de Santo Tomás de Aquino.
Relicario de Santo Tomás de Aquino.

La Revolución Francesa, como en tantos otros edificios religiosos del país, supuso un punto de inflexión en este convento, que comenzó a hacer funciones de cuartel de la caballería militar mientras que el claustro pasaba a ser una enfermería.
Nave del Convento de los Jacobinos de Toulouse.
Nave del Convento de los Jacobinos de Toulouse.

En el siglo XX, en poder del ayuntamiento de Toulouse en lugar del ejército, comenzaba un proceso de restauración que aún no se ha completado del todo, pero que sí que ha dado al interior del Convento de los Jacobinos una nueva vida y ha hecho de él una visita imprescindible en la ciudad.

De su exterior destaca el color de los ladrillos que da sobrenombre a la ciudad rosa de Toulouse. Estamos ante un ejemplo esencial de la arquitectura languedociana, un gótico meridional cuya torre del campanario, octogonal, destaca por encima de todo con sus 45 metros de altura.

Claustro y campanario del convento.
Claustro y campanario del convento.

Pero es en el interior de la iglesia donde se encuentra su característica más relevante. El rojo y negro de la nervadura de las bóvedas de ojivas de la iglesia hace que gigantescas serpientes parezcan desplazarse por muros y techo de este amplio espacio en el que reposa Santo Tomás de Aquino.
Vidrieras del Convento de los Jacobinos.
Vidrieras del Convento de los Jacobinos.

Vidriera y bóveda.
Vidriera y bóveda.

Y en uno de sus extremos, una columna estrellada en la que los nervios que de esta salen han conseguido darle el sobrenombre de La Palmera. Una palmera que se puede observar sin tener que inclinar la cabeza y mirar al cielo gracias a una serie de espejos montados en su base.
Interior de la iglesia del convento.
Interior de la iglesia del convento.

La Palmera del Convento de los Jacobinos de Toulouse.
La Palmera del Convento de los Jacobinos de Toulouse.

Vidrieras junto a La Palmera.
Vidrieras junto a La Palmera.

Espejos para ver La Palmera sin torcer la cabeza.
Espejos para ver La Palmera sin torcer la cabeza.

El claustro, que es el lugar más importante de un convento, sigue siendo un buen lugar para deambular observando el juego de luces y sombras creado por las columnas de mármol que separan el jardín de los pasillos del mismo.
Claustro del Convento de los Jacobinos.
Claustro del Convento de los Jacobinos.

Parte central del claustro.
Parte central del claustro.

Galería del Convento.
Galería del Convento.

Y más allá de éste y de la iglesia, tres zonas distintas: la sala capitular, en la que los monjes se reunían en asamblea; la Capilla de San Antolín, decorada con murales del siglo XIV con escenas del Apocalipsis y narraciones de la vida de los santos; y por último el Refectorio, en el que grandes banquetes se han celebrado desde su finalización en 1303.
Sala Capitular del Convento.
Sala Capitular del Convento.

Capilla de San Antolín.
Capilla de San Antolín.

Refectorio del Convento de los Jacobinos de Toulouse.
Refectorio del Convento de los Jacobinos de Toulouse.

La vista a la iglesia del Convento de los Jacobinos de Toulouse es gratuita, al igual que lo son el claustro y resto de lugares si tienes una tarjeta Pass Tourisme de Toulouse. En caso contrario, ir más allá de la iglesia te costará 4€. Si quieres reservar la tarjeta turística de Toulouse puedes hacerlo desde este enlace.
Rosetón y vidriera de la iglesia.
Rosetón y vidriera de la iglesia.

Una parte de la historia de Toulouse se escribió entre los muros de este Convento cuya belleza arquitectónica da aún más fuerza para convertirlo en algo esencial durante un viaje a Toulouse. No te lo pierdas.

Víctor M. Martínez Valero
Estratega de contenidos y consultor SEO, llevo desde 2010 escribiendo sobre viajes en Vivir Europa, mi proyecto de vida. He vivido en Noruega, Hungría, Reino Unido, Bélgica y, desde 2015, Estonia y trato de ofrecer una visión única y detallada de la riqueza cultural europea. Si quieres saber más sobre mí, puedes leerlo en "Acerca de".

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